Las altas temperaturas agravan las patologías

Las altas temperaturas agravan las patologíasFreepick

Los efectos negativos más desconocidos que provoca la ola de calor en las personas

No hay patologías que agraven más las muertes por las altas temperaturas que otras, sino simplemente basta con ser frágil crónico, hipertenso o diabético

En lo que llevamos de 2022 han sido 1.918 los excedentes de mortalidad atribuibles a esta causa, de los que la inmensa mayoría (829) tuvieron lugar en junio, cuando se produjo la primera gran ola de calor del verano. En los cinco primeros días de julio, cinco personas han muerto por altas temperaturas, lo cual no significa necesariamente que haya sido por un golpe de calor, sino también por el agravamiento que este procese genera en algunas patologías.
«Con los golpes de calor no ha habido, o al menos conocidos, un número importante de muertes. Estas muertes son incrementadas respecto al año pasado y coincidentes con la anterior ola de calor», apunta Lorenzo Armenteros del Olmo, médico de familia del Servicio Gallego de Salud y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
A medida que pasan los días las cifras de muertos van incrementando. «Ahora se habla de 900 muertos y esto está relacionado con descompensaciones de patología crónica en personas frágiles mayores de 75 años con los que hay una patología crónica asociada», argumenta el doctor.
Esto sucede porque las patologías crónicas se descompensan. Cuando hace calor se produce una gran pérdida de líquidos y es fundamental en afectaciones de tipo sistémico. «El golpe de calor, patología crónica, descompensación metabólica, hidrosalina y fallo multiorgánico pueden dar pie a una muerte no esperada y desencadenada con la temperatura excesiva mantenida en ese tiempo», explica Armenteros.
No hay patologías que agraven más las muertes por las altas temperaturas que otras, sino simplemente basta con ser frágil crónico, hipertenso o diabético.

La pérdida de líquido de forma masiva provoca una deshidratación y un desequilibrio hidroelectrolíticoLorenzo Armenteros del OlmoPortavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia

La hipertensión y la diabetes tienen siempre una afectación renal. «La pérdida de líquido de forma masiva provoca una deshidratación y un desequilibrio hidroelectrolítico», apunta Armenteros. Esto afecta de una forma directa al riñón y se comienza a producir una insuficiencia renal: «El riñón deja de funcionar, se acumulan más sustancias y se descompensa más todavía la patología metabólica del diabético, hipertenso o del enfermo renal», comenta el portavoz de la SEMG.
«Esto puede producirse porque la descompensación hidroelectrolítica afecte al mecanismo íntimo del latido cardíaco, provocando arritmias e incluso infartos. Por otro lado, puede provocar una acción directa sobre la tensión arterial hipotensiones o hipertensiones causando hemorragias cerebrales o hipotensiones –desmayos, síncopes– o incluso el coma», detalla el doctor.
No obstante, también pueden sufrir daños las vías respiratorias, provocando una disnea, una insuficiencia respiratoria y después una parada cardiorrespiratoria: «Esto daría lugar al cabo de unos días manteniendo eso un fallo multiorgánico e incluso la muerte prematura en algunos casos», aclara el experto.
En muchas ocasiones esto se debe a la falta de hidratación de las personas mayores. «A veces es porque tienen incontinencia de orina y no beben lo suficiente porque les da miedo para no orinar más. Hay que equilibrar lo que bebemos con lo que perdemos».
Esto se debe al sistema termorregulador, la termorregulación es la capacidad del cuerpo para establecer y mantener su temperatura, regulando producción y pérdida de calor para optimizar la eficiencia de procesos metabólicos. Según detalla el profesional, el calor afecta mucho más a los niños pequeños porque este sistema no está desarrollado, y a los mayores porque poco a poco se va perdiendo.
Lo más recomendable es beber agua y mantenerse hidratado. En algunos casos en los que se pierden sales se recomienda beber bebidas isotónicas, pero lo más efectivo es el agua, porque tiene incluida sales para compensar aquellas que se están perdiendo.

Recomendaciones

En la prevención está la base de todo. Hay que incrementar la ingesta de agua para compensar lo que se pierde. Por ello, Lorenzo Armenteros recomienda varios puntos a seguir.
El primero es no pasear ni salir a la calle con personas frágiles en las horas máximas de sol. «Lo recomendable es que no salieran y se mantuviesen en un sitio fresco, hidratados».
Cualquier persona que tenga una enfermedad crónica compleja debe hablar con su médico, porque son los que pueden dar consejos específicos.
Por último, se debe mantener un equilibrio entre lo que se pierde y tomar suficiente agua y líquidos. «Las patologías no tienen que descompensarse si se toman las medidas adecuadas», concluye.

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