Jordi_Mones

Dr. Jordi MonésRR.SS.

Entrevista

Dr. Jordi Monés: «Con postbióticos podemos frenar la degeneración macular asociada a la edad»

Un estudio sostiene que a través de la microbiota es posible influir en la progresión de la enfermedad

La microbiota cumple importantes funciones para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. La más conocida es la de mantener el bienestar de la mucosa intestinal pero los muchos avances en la investigación de los últimos años ha revelado otros beneficios de estos microorganismos que habitan en el intestino. El Dr. Jordi Monés, oftalmólogo, especialista e investigador en mácula y vitreorretina sostiene que a través de la microbiota es posible influir en la progresión de la degeneración macular.
Este investigador español, director del Instituto de la Mácula y de la Barcelona Mácula Foundation y del Institut de la Màcula, dirige el Estudio REVERS, del laboratorio suizo Igen Biolab Group, con un producto de su I+D desarrollado en Tres Cantos (Madrid). Este ensayo clínico piloto, pionero a nivel mundial, se presenta como el «gran avance mundial» en el tratamiento de la de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que causa ceguera y es incurable por el momento.
–¿En qué consiste exactamente la degeneración macular atrófica?
–La degeneración macular asociada a la edad es la principal causa de pérdida de visión en personas mayores, algo que sucede a partir de los 50 años y aumenta en los de 60, 70 u 80. En la forma atrófica las células de la retina van muriendo hasta quedar una zona central de retina no útil, debido a la muerte de los fotorreceptores y de las células del epitelio pigmentario, y por tanto los pacientes tienen ceguera en el centro de su visión. No pueden leer y no pueden ver las caras.

La forma atrófica es muy difícil de curar porque estamos hablando de un tejido que degenera y se muere

La forma húmeda es la que actualmente tiene tratamiento. En el fondo es un mecanismo reparador que el propio ojo, que para intentar evitar la muerte de las células, envía neovasos de refuerzo, aunque suelen ser aberrantes y en lugar de reparar lo que hacen es provocar exudación, lo que conlleva cicatrices y pérdida de visión. Por eso hay que tratar estos neovasos para que no hagan exudación.
El estadio final de cualquier persona con degeneración macular sería la atrofia, que, como es muerte celular, es un proceso muy difícil de resolver porque viene asociado al envejecimiento. La forma atrófica de la degeneración macular es muy difícil de curar porque estamos hablando de un tejido que degenera y que se muere.
–¿Cuáles son los primeros signos de alerta?
–La degeneración macular puede pasar desapercibida en un principio, especialmente la forma atrófica. Se va perdiendo la visión poco a poco. En algunas ocasiones, sobre todo en las formas húmedas, se ve deformado, cuando la exudación ya afecta al centro de la mácula.
Respecto a las formas atróficas se va teniendo menos visión cuando hay poca luz y van apareciendo manchas que dificultan sobre todo la visión de lectura cuando afectan a centro. A veces, en un principio no afecta a la visión central sino que lo hace alrededor, y esto es un poco engañoso porque los pacientes tienen un islote de visión central pero tienen mucha pérdida de visión paracentral, con lo cual no pueden desarrollar sus tareas con normalidad, ya que es como si estuvieran viendo como a través de una escopeta, y por supuesto no pueden leer. La lectura es una tarea muy sofisticada para un ojo y a la mínima que no hay una mácula íntegra se pierde esta capacidad.
–¿Cuáles son los principales factores de riesgo?
–En cuanto a los factores de riesgo el principal es la predisposición genética. En este caso, los defectos genéticos que llevamos desde el nacimiento no se manifiestan hasta la quinta, sexta o séptima década de vida. Es una enfermedad que se llama genética y ambiental porque hay una predisposición genética pero que viene modulada, aumentada o disminuida por los factores ambientales que hoy en día denominamos factores epigenéticos.
Cuando hablamos de factores epigenéticos nos referimos a todas aquellas cosas que hacen que los genes se expresen en mayor o en menor medida. Así, si una persona tiene riesgo de padecer degeneración macular, pero si además por ejemplo fuma, este riesgo se incrementa y la expresión genética del defecto se manifiesta mucho más. Por lo tanto, los factores epigenéticos pueden ser moduladores para bien o para mal. Comer una dieta rica en grasa y en azúcar perjudica la enfermedad mientras que una dieta mediterránea, con pescado, frutos secos o aceite de oliva nos va a mejorar la enfermedad.
¿Por qué es tan importante la microbiota?
–Dentro de los factores epigéneticos uno de los que se han visto más importantes es la microbiota, que puede modularse en función de lo que comamos. Sin embargo, a veces los intestinos de las personas tienen unas características determinadas que aunque coman muy bien van a tener una microbiota alterada. Las bacterias que residen en el intestino, que pueden llegar a pesar dos kilos, tienen una capacidad muy potente de influir en enfermedades inflamatorias, enfermedades cancerígenas y enfermedades cardiovasculares. Digamos que es un regulador, tienen la llave para abrir o cerrar fenómenos inflamatorios. Entonces, cuando las personas tienen bacterias o poblaciones de bacterias patológicas pueden tener mucho más riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas, especialmente neurodegenerativas, y en concreto se ha visto que hay una asociación entre la microbiota patológica y la degeneración macular.
–¿Tiene tratamiento la degeneración macular atrófica?
–La degeneración macular no deja de ser una enfermedad neurodegenerativa porque el ojo es cerebro, por lo tanto tiene mucho sentido que un microbioma anormal tenga influencia sobre la progresión o desarrollo de la degeneración macular.
Hoy en día hay mucha evidencia científica que explica que tener una microbiota favorable equivale a salud y a prevención de enfermedades como cáncer o enfermedades neurodegenerativas pero a veces es muy difícil modular esta microbiota.
Teóricamente se podrían utilizar antibióticos selectivos para matar aquellas bacterias patológicas pero es muy complejo, y seguramente lo que haríamos sería destruir también la flora bacteriana buena.
Otra opción sería el trasplante de microbiota fecal, pero esto tiene muchísimo peligro porque, además de trasplantar las bacterias buenas podríamos estar trasplantando virus u otro tipo de bacterias peligrosas que podrían incluso provocar la muerte del paciente. Por lo tanto, el trasplante fecal es una herramienta muy limitada para una enfermedad muy concreta.
– ¿Cómo se puede modular el microbioma?
–Una forma sería comiendo prebióticos, aquellos alimentos que favorecen el crecimiento de bacterias favorables, como por ejemplo comer lechuga, sin embargo, a veces, a pesar de comer muy sano las bacterias que residen en el intestino pueden ser muy resistentes a cambiar o no dejan anidar las bacterias buenas con lo cual, incluso con hábitos muy saludables de alimentación, podemos no llegar a tener el efecto deseado.
Otra aproximación son los probióticos o las famosas bacterias de los yogures. En este caso, en lugar de dar alimentos que favorecen el crecimiento de bacterias buenas lo que vamos a dar son directamente estas bacterias buenas, por ejemplo lactobacillus. ¿Qué sucede en esta ocasión? En primer lugar, que estamos utilizando bacterias vivas y algunos pacientes podría tener alguna intolerancia, y en segundo lugar, que estas bacterias vivas, para que funcionen, tienen que anidar y si las condiciones del intestino no son favorables puede ser que, por muchas bacterias buenas que tomemos, no aniden y no hagan su efecto.
La tercera aproximación sería con postbióticos, que es de lo que estamos hablando en este estudio. Los postbióticos son aquellos productos que fabrican las bacterias favorables, pero sin las bacterias. Es decir, se rompen las bacterias para extraer su contenido y cada día se da una dosis de los productos que fabricarían esas bacterias.
– ¿Cuál es la ventaja de los postbióticos?
–Con los postbióticos tenemos los productos favorables que estas bacterias fabrican, pero no dependemos de que aniden, no dependemos de usar bacterias vivas. De esta forma también evitamos los problemas asociados a su uso. Por lo tanto, la aproximación con postbióticos es muy segura; no tiene efectos secundarios y es muy eficaz tanto o más que los probióticos porque no dependemos de bacterias vivas.

El uso de postbióticos por vía oral tiene un interés enorme, máxime cuando esta enfermedad no tiene tratamiento

Así pues, el uso de postbióticos por vía oral para tratar la degeneración macular atrófica tiene un interés enorme, máxime cuando esta enfermedad no tiene tratamiento.
Ha habido muchos ensayos clínicos muy invasivos con fármacos mensuales que han fallado y actualmente hay dos fármacos que tal vez las autoridades americanas y europeas aprueben en breve, a base de inyecciones mensuales en el ojo de por vida y que no tendrían un beneficio mayor al que hemos visto en este estudio piloto con postbióticos.
– ¿En qué consiste este tratamiento con postbióticos?
–Es un tratamiento oral que proporciona cada día los productos finales beneficiosos obtenidos en el laboratorio de una selección de bacterias saludables. Es un tratamiento inocuo y muy cómodo para el paciente, que le ahorra visitas, tratamientos invasivos y riesgos, que, aunque son raros existen, asociados a las inyecciones como infección, inflamación o desprendimiento de retina. Con los postbióticos podríamos estar teniendo beneficios similares a tratamientos muy costosos, muy largos y con mucha implicación socioeconómica tanto para la familia, para el paciente como para el sistema.

Con los postbióticos podríamos estar teniendo beneficios similares a tratamientos costosos, largos y con mucha implicación socioeconómica

Nosotros, en este estudio, lo hemos aplicado en pacientes de los cuales sabíamos la tasa de crecimiento previa de la atrofia, y la hemos comparado con la tasa de crecimiento que han mostrado después del tratamiento con postbióticos. Hemos visto que la curva, la inclinación de crecimiento cambia y disminuye de promedio un 20 %, pero en algunos pacientes incluso ha disminuido en un 40 %. Por tanto, los resultados son altamente esperanzadores teniendo en cuenta que es una enfermedad degenerativa por envejecimiento, que podríamos comparar con el Alzheimer. Es una enfermedad muy difícil de tratar porque lo que hay que evitar es que la célula envejezca y esto es muy, muy difícil.
Es verdad que nuestro trabajo es un estudio piloto con pocos pacientes que se tendría que validar a larga escala, pero los primeros datos son muy alentadores ya que ver que la enfermedad de un paciente se frene en estas magnitud, es imposible que sea por casualidad.
– ¿Cuándo habría que iniciar el tratamiento?
–El tratamiento habría que iniciarlo lo antes posible para evitar la progresión de la enfermedad, pero como hoy en día, los tratamientos existentes son muy invasivos, no se llevan a cabo hasta que el paciente realmente tiene mucho daño, con lo cual se llega tarde. La ventaja de utilizar postbióticos orales es que podríamos empezar a darlos con los primeros síntomas, cuando el paciente apenas tiene señales de atrofia, esto es cuando la visión aún es buena ya que con postbióticos no ponemos en riesgo el ojo.
Por otro lado, como ya hemos comentado no es justificable en pacientes que están con buena visión hacer tratamientos preventivos con inyecciones intraoculares, por el riesgo que esto supone, no compensando el riesgo beneficio.
Por lo tanto, esta aproximación con postbióticos tiene mucho sentido porque es capaz de modular la progresión de la enfermedad frenando, algo que es una novedad muy importante, pero además utilizando un tratamiento oral que puede utilizarse de forma crónica desde fases muy iniciales de la enfermedad y que no supone una sobrecarga de riesgo, ni de coste para el paciente ni para el sistema. Si se prueba en más pacientes, a mayor escala, lo que nos muestra este estudio piloto, sería una auténtica revolución utilizar postbióticos para la degeneración macular asociada a la edad, incluso también se podría pensar en utilizarlos en otro tipo de enfermedades degenerativas oculares, para evitar otros procesos de envejecimiento.
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