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Estética

¿Te haces la manicura permanente? Cuidad con la onicólisis

La decoración de las uñas es una moda que ha llegado para quedarse. Sin embargo, es necesario siempre acudir a salones confiables

La decoración de uñas ha llegado para quedarse, y es que hace tiempo que la manicura en centros de estética dejó de estar reservada a una élite. Cantantes como Rosalía, Karol G o Bad Gyal comenzaron a utilizar uñas imposibles, largas, con adornos exagerados, que han llegado, en sus versiones más sencillas, a todos los rincones de España.
Sin duda, una de las opciones favoritas de aquellas personas que acuden a los centros de estética es la manicura permanente, debido a su durabilidad y apariencia impecable. No obstante, es muy importante conocer los productos que emplean en nuestras manos para no llevarnos una desagradable sorpresa. De hecho, para evitar los posibles efectos secundarios asociados a algunas de estas sustancias nuestro país pidió a la Comisión Europea la limitación de la venta de esmalte de uñas permanente tras detectar un crecimiento de un fenómeno patológico muy molesto y doloroso: la onicólosis.

¿Qué es la onicólosis?

Tal y como explican desde la clínica Mayo, la onicólisis es una afección en la que las uñas se aflojan y separan del lecho ungueal. La parte separada de la uña se vuelve blanquecina, con un tinte blanco, amarillo o verdoso.
«En ocasiones, el desprendimiento de las uñas se debe a una lesión o a una infección. En otros casos, la separación de las uñas es una reacción a un medicamento o producto de consumo, como fortalecedores o adhesivos para uñas», detallan desde la clínica.
Aunque esta afección no tiene más sintomatología que la separación de la uña y la inflamación de la zona afectada, lo cierto es que puede llegar a ser muy engorroso y la uña puede no volver a crecer de manera completa hasta pasados unos seis meses. En el caso de los pies este tiempo puede alargarse.

Síntomas

  • Separación de la uña del lecho ungueal
  • Cambio de color
  • Sensibilidad en la zona afectada
  • Inflamación de la zona afectada
  • Presencia de pus

¿Qué productos pueden causarla?

Los esmaltes que se utilizan en la manicura permanente, ya sea en gel o acrílico, suelen aplicarse en varias capas y se endurecen posteriormente con luces led para que no pierdan el brillo y alarguen su duración. Este proceso puede dañar la uña, debilitándola y contribuyendo a su desprendimiento. Además de que la radiación ultravioleta A es un conocido carcinógeno asociado a la aparición de cáncer de piel, tanto desde fuentes artificiales (fundamentalmente cabinas de bronceado) como de la luz solar. Por ello, el auge de las manicuras permanentes, uñas acrílicas o de gel ha generado cierta desconfianza en torno a los dispositivos lumínicos que se utilizan para el secado de los productos que se aplican en las uñas.
Por otro lado, la incorrecta retirada de los productos también puede debilitar la uña y fomentar la onicólisis, así como la aparición de infecciones por utensilios no higienizados correctamente. Es por este motivo por el que siempre debemos acudir a salones de confianza que cumplan con todos los requisitos higiénico-sanitarios.

¿Y cuál es el tratamiento?

Los expertos siempre recomiendan dejar de realizarse la manicura con tanta frecuencia. Solo de esta manera dejaremos a la uña descansar y que se regenere por completo. Desde el portal médico Salud Savia aseguran que existen vitaminas para reforzar la uña y aumentar su ritmo de crecimiento, aunque su utilidad no está demostrada.

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