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El ejercicio es un poderoso antiinflamatorio y hace maravillas en el sistema inmunológicoGTRES

El ejercicio físico puede reducir hasta un 30 % el riesgo de cáncer

Los expertos aconsejan seguir un estilo de vida saludable donde el deporte juega un papel fundamental

El número de personas diagnosticadas de cáncer en España siguen creciendo. Según el informe Las cifras del cáncer en España 2024, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), durante 2024 se alcanzará los 286.664 casos, lo que supone un incremento del 2,6 % respecto a 2023 siendo los más frecuentes el de colon y recto, mama, pulmón, próstata y vejiga.
César A. Rodríguez, presidente de la SEOM, hace hincapié en la necesidad de seguir un estilo de vida saludable donde el ejercicio físico juega un papel fundamental. Rodríguez explica que «existe evidencia consistente sobre la asociación entre el ejercicio físico y la reducción en la incidencia y mortalidad por cáncer, sin embargo, a pesar de estar bien documentados los beneficios del ejercicio físico, pocos pacientes con cáncer se mantienen físicamente activos por la falta de información por parte de los profesionales sanitarios, y las reticencias de los pacientes debido a los efectos secundarios, al miedo a nuevos efectos adversos, a la falta de motivación o a las dificultades en el acceso al ejercicio».
El ejercicio físico puede reducir hasta un 30 % el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20 % el riesgo de mortalidad específica por cáncer. Los datos más sólidos hasta la fecha se centran en cáncer de mama y cáncer colorrectal, pero este beneficio se extiende a otros tumores como el cáncer de próstata y pulmón. Además, el ejercicio físico ha demostrado mejorar la calidad de vida y disminuir los efectos secundarios derivados de los tratamientos, al aumentar la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes y reducir la fatiga, y mejorar la percepción de su salud.
Por su parte, Blanca Herrero, coordinadora del Grupo de Trabajo de Ejercicio y Cáncer de SEOM, explica que «el ejercicio contra el cáncer es un movimiento para concienciar a la sociedad de que la prevención del cáncer empieza con solo 30 minutos de ejercicio físico al día» y añade: «Distintos estudios indican que la actividad física diaria ayuda a controlar el peso, mejora la regulación hormonal, fortalece el sistema inmune, y reduce la inflamación, los niveles de azúcar en sangre y la resistencia a la insulina. Y, en pacientes con cáncer, el ejercicio físico puede ser útil en la reducción del cansancio y la depresión, además de influir positivamente en la eficacia de los tratamientos, aumentando las respuestas o reduciendo recaídas. Por lo tanto, ayuda en la recuperación».

Prevención de la enfermedad

En esta misma línea, Adrián Castillo, Javier S. Morales y Pedro L. Valenzuela, docentes universitarios e investigadores en Ciencias de la Salud, en su libro El ejercicio, un muro contra el cáncer (Ed Espasa) explican por qué el ejercicio físico actúa como una de las herramientas más poderosas en la prevención de la enfermedad y que, además, tiene el potencial de ayudar a mejorar la eficacia de los tratamientos en pacientes que ya lo sufren. Los investigadores afirman que «el ejercicio no solo sirve para contraer nuestros músculos, hacer trabajar a nuestro corazón, o gastar calorías; los efectos van mucho más allá».

Cuando hacemos ejercicio es como si estuviésemos tomando distintos fármacos con multitud de efectos beneficiososAdrián Castillo, Javier S. Morales y Pedro L. Valenzuela'El ejercicio, un muro contra el cáncer' (Ed Espasa)

Los investigadores explican: «Cuando hacemos ejercicio es como si estuviésemos tomando distintos fármacos con multitud de efectos beneficiosos: efectos anti-hipertensivos, anti-diabéticos, adelgazantes, contra la ateroesclerosis… y, encima, mejoramos la forma física» y añaden: «Más allá de posibles efectos fisiológicos que podrían ayudar (potencialmente) de forma directa o indirecta en la lucha contra el crecimiento y la metástasis tumoral –que bienvenidos sean si se confirman en estudios a gran escala en humanos–, los principales beneficios del ejercicio físico estarán relacionados con la atenuación de algunos de los principales efectos adversos del cáncer y sus tratamientos a nivel multi-sistémico, y en última instancia con la mejora de la calidad de vida de los pacientes».

Por y para qué sirve

La Sociedad Estadounidense contra el cáncer explica cómo el ejercicio puede serle útil antes, durante y después del tratamiento contra el cáncer:
  • Fomenta el funcionamiento tanto del cuerpo como del cerebro
  • Reduce la sensación de cansancio o fatiga
  • Ayuda a disminuir la depresión y ansiedad
  • Podría ayudar a dormir mejor
  • Mantiene o mejora la habilidad física para poder hacer las cosas
  • Mejora la fuerza muscular, la salud ósea y el rango de movimiento
  • Fortalece el sistema inmunitario
  • Aumenta el apetito
  • Ayuda a lograr y mantener un peso saludable
  • Puede que ayude a contrarrestar el linfedema relacionado con el cáncer de seno, sin incrementar el riesgo
  • Reduce la probabilidad de que ciertos tipos de cáncer regresen
  • Mejora su calidad de vida
  • Reduce los efectos secundarios del tratamiento
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