Rachel Levine, subsecretaria de Salud de Estados Unidos
Casi el 80 % de los estadounidenses rechaza las cirugías de cambio de sexo en menores
El transgénero Rachel Levine, defendió el pasado verano por «empoderar» a los «niños trans» para que puedan cambiar libremente de sexo
Semanas antes de las elecciones intermedias en Estados Unidos, que se celebrarán en próximo 8 de noviembre, la Convención de Acción de los Estados realizó una encuesta nacional donde casi el 80 % de los posibles votantes se pronunciaron en contra de las cirugías trans en menores de edad y consideraron que deben esperar a ser adultos para usar bloqueadores de la pubertad y someterse a procedimientos de cambio de sexo permanentes.
Los datos publicados por Daily Wire arrojaron que el 78,7 % de todos los encuestados, incluidos demócratas, republicanos y afiliaciones no partidistas alegaron que se debería esperar.
«La idea de que los jóvenes deben tener 16 años para conducir, 18 para votar y 21 para beber y, sin embargo, pueden someterse a procedimientos médicos que les cambiarán la vida en la escuela intermedia desafía el sentido común, y el pueblo estadounidense lo ve claramente», dijo Mark Meckler, presidente de la Convención de Estados.
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La mayor parte de los encuestados republicanos –el 96,8 %–mostró su oposición a los tratamientos de cambio de género en los más pequeños. En cambio, los demócratas, aunque la mayoría estaba en contra, estaban divididos (53,2 %). Los votantes independientes también votaron a favor de retrasar estas cirugías, 84,6 %.
La gran mayoría de los encuestados por la Convección pertenecía a la franja de edad entre los 45 y los 64 años, con un 36,5 %. Les seguían los de 65 y más años, con un 26,6%. Los tramos de edad entre 35 -44 años y 25-34 constituyeron el 14,9 % y el 14,2 %, respectivamente. Finalmente, el 7,7 % de los encuestados estaba en la categoría de 18 a 24 años, según los datos ofrecidos por el portal de noticias.
A pesar de estos datos, el 92,3 % de los encuestados de 18 a 24 años denunciaron que los menores de edad pudiesen someterse a una transición médica. Por otro lado, el 62,8 % de las personas entre 25 y 34 años, el 77,4 % de 35 a 44 años, el 78,5 % de 45 a 64 años y el 80,4 % de los mayores de 65 años respondieron que la transición médica para cambiarse de sexo es una decisión que solo las personas adultas deben tomar.
Según los datos asociados a la demografía étnica, el 100 % de los asiáticos, el 73,4 % de los hispanos, el 80,6 % de los votantes negros, el 78,4 % de los votantes blancos y el 80,2 % de los encuestados de etnia no especificada expresaron que los menores deben esperar a ser adultos para someterse a tratamientos transgénero.
Estos medicamentos bloqueadores cada vez se recetan más en Estados Unidos a pesar de no estar autorizados para tratar la disforia de género en adolescentes y no contar con el aval de la Administración de Alimentos y Medicamentos DE Estados Unidos (FDA) para su uso fuera de etiqueta.
Según varios médicos consultados por este medio, este tipo de tratamientos impiden el desarrollo de los genitales masculinos. Además, se ha demostrado que tienen efectos secundarios graves entre los que están la disminución de la densidad ósea, problemas psiquiátricos y efectos neurológicos.
A pesar de estos datos, la subsecretaria de Salud de la Administración Biden, el transgénero Rachel Levine, defendió en verano «empoderar» a los «niños trans» para que puedan cambiar libremente de sexo. En este sentido, exigió el tratamiento de afirmación de género en aquellos estados donde se bloqueó el proceso. «Los jóvenes trans son vulnerables y sufren acoso e intimidación significativos, a veces en las escuelas o en su comunidad», afirmó.
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