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29 de marzo de 2024

Cogollos de marihuana junto a pastillas

VOISIN/PHANIE (Photo by VOISIN / Phanie)

Cogollos de marihuana junto a pastillas VOISIN/PHANIEPhanie via AFP

Sociedad

Se atasca la legalización del cannabis medicinal: vence el plazo y sigue sin encaje normativo

El plazo acabó el pasado 27 de diciembre y la AEMPS todavía no ha publicado el informe para darle encaje normativo a las recomendaciones de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso

Al Gobierno se le está atragantando la legalización del cannabis medicinal. La Agencia Española del Medicamento (AEMPS) debería haber emitido el mes pasado el informe requerido por el Congreso para regular el uso de este producto y todavía no se sabe nada.
En junio, la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso dio luz verde al dictamen sobre la regulación del cannabis con fines terapéuticos, supeditado al informe de la AEMPS para darle forma legal, a la que dieron seis meses.
Ya en noviembre, y como respuesta a un escrito de Ciudadanos, esta agencia aseguró que estaban trabajando para cumplir, «en el plazo establecido», con el encargo de la Comisión. Para ello estaban elaborando «una hoja de ruta para el oportuno encaje normativo y la viabilidad de dichas recomendaciones». Pero este plazo venció el 27 de diciembre y todavía no hay ningún documento que dé forma legal al uso medicinal de la marihuana.
De momento, esta agencia solo ha publicado un listado de empresas autorizadas para el cultivo de plantas de cannabis con fines de investigación y para la producción con fines médicos y científicos.
El cannabis ya le ha provocado algún dolor de cabeza al PSOE. En 2021, los socialistas se desmarcaron del bloque de izquierdas y votaron en contra de una iniciativa de Más País para la legalización de la marihuana. Finalmente aceptaron abordar el uso medicinal, una 'pendiente resbaladiza' sobre la que asentar futuras bases para ampliar la legislación.
La prescripción es una de las principales cuestiones que deberá abordar la AEMPS. Todavía no se sabe si serán los médicos especialistas o los generalistas los que la receten, ni si serán las farmacias hospitalarias o las de barrio las que la dispensen. Eso sí, en ningún caso será la primera opción para tratar las enfermedades que provocan dolor crónico.

Ensayo individual

Según la Sociedad Española del Dolor (SED), los cannabinoides deberían usarse en tercera línea para aquellos en los que el dolor no se puede controlar con tratamientos disponibles, como el neuropático. Para el resto, tendría que considerarse caso por caso y como un ensayo terapéutico individual que requiere una evaluación multidisciplinaria.
El problema es que tampoco hay cifras fiables de cuántos se podrían ver beneficiados de la medida. Según la SED, la legalización del cannabis medicinal podría afectar a 400.000 personas, mientras que otros estudios más 'optimistas' aumentan esa cifra a los tres millones de personas.

Cannabis en España

El último informe sobre alcohol, tabaco y drogas ilegales en España elaborado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones señala que el cannabis es la droga con mayor prevalencia de consumo en España en la población de 15 a 64 años.
De hecho, el 37,5 % reconoce haber consumido marihuana alguna vez en la vida y la media de inicio de consumo se sitúa en los 18,5 años y es la droga preferida de los más jóvenes, especialmente entre aquellos de entre 15 y 24 años.

El (mal) ejemplo holandés

Hace unos años, las autoridades holandesas implantaron un experimento «de cadena cerrada» permitiendo el cultivo con fines recreativos para su venta en coffee shops. El resultado habría sido un éxito ya que su consumo se redujo si no fuera porque creció exponencialmente el uso de drogas duras.
Es tal la problemática que un estudio del Sindicato Nacional de Policía encontró en Holanda «rasgos de narcoestado» donde delincuentes encargados del menudeo de la droga acababan convirtiéndose en empresarios con una importante riqueza. «Solo puede cerrarse uno de cada cinco casos no relacionados con la droga, porque estamos ocupados con los ajustes de cuentas, robos y delitos violentos», añadía el informe.
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