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19 de mayo de 2024

Una botella de plástico flota debajo de una capa de hielo en Finlandia

Una botella de plástico flota debajo de una capa de hielo en FinlandiaAFP

El plástico en los océanos, un problema en aumento: hay más de 170 billones de partículas

La OCDE estima que en 2019, la tasa de producción de plásticos fue de 430 millones de toneladas, de los que solo se reciclaron unos 22 millones

El plástico es un material muy abundante en nuestro día a día, pero también muy dañino para el medio ambiente. Desde hace unos años, las instituciones persiguen reducir el uso y la producción de este material, y es que, aunque ya lo hemos oído en diversas ocasiones, conviene recordar que una simple bolsa de plástico tarda en degradarse 150 años.
Unos de los mayores perjudicados por esta contaminación son los océanos, que desde 2005 sufren una marejada de plástico «sin precedentes», según un informe del The 5 Gyres Institute (EE.UU.) y del Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo (Suecia) publicado en PLOS One que ve urgente cerrar la negociación de un acuerdo internacional para atajar el problema.
Estos niveles han ido aumentando con el paso de los años. Según los datos ofrecidos, hasta 1990 no había una tendencia clara en la concentración de esos plásticos, y después, hasta 2005, las tendencias fluctuaban. Fue a partir de ese año cuando los niveles se dispararon: «Observamos un rápido incremento desde 2005 porque hay un aumento de la producción, mientras que las políticas de control del vertido de plásticos en el océano son limitadas», explicó una de las autoras, Lisa Erdle, a AFP.
El equipo de investigadores, liderado por Markus Eriksen, ha revisado y actualizado los datos recogidos entre 1979 y 2019 en 11.777 estaciones de control flotantes distribuidas en diversos puntos de los océanos. Con estos números, los autores han realizado una extrapolación para el conjunto del planeta, con los resultados promedio indicados al inicio.
La OCDE estima que solo en 2019, la tasa de producción de plásticos vírgenes fue de 430 millones de toneladas, de los que solamente se reciclaron unos 22 millones (es decir, el 9 por ciento). Esta escasez en el reciclaje hace que los fragmentos plásticos, en su mayoría microplásticos, terminen en los mares, donde flotan unos 170 billones.

Daño a los océanos

Esto produce un inmenso daño al ecosistema y a los seres vivos que habitan en los mares. Las redes de pesca o las boyas suelen aparecer en plena mar, mientras que las bolsas, la ropa o los neumáticos de coche están presentes en las costas. Estos desechos son los que terminan convirtiéndose en microplásticos, que actúan como «confeti en la superficie del océano», según explica Lisa Erdle.
El reciclaje, incluso en los países más avanzados, ha tenido un escaso impacto hasta el momento. «Hace falta más reciclaje, asistimos a un verdadero derrame de productos tóxicos y de envoltorios», explicó Erdle.
Lo cierto es que entre 1990 y 2005 se produjeron esfuerzos internacionales para paliar parcialmente el problema, como el tratado MARPOL de 1988, firmado por 154 países para prohibir el vertido de plásticos desde barcos. Sin embargo, el estudio alerta que el aumento de la producción ha superado esos marcos legales y aboga ahora por un nuevo tratado mundial.
La investigación de PLOS deja un dato especialmente alarmante: el peso total de la contaminación por plástico detectada hasta la fecha es de 2,3 millones de toneladas. Una tendencia que, como seres inteligentes del planeta, tenemos el deber de frenar para evitar seguir dañando la Tierra.
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