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07 de mayo de 2024

Un 2,5 % de las víctimas tienen alguna discapacidad

Un 2,5 % de las víctimas tienen alguna discapacidadEfe

Estudio de agresión sexual en niñas y adolescentes

Las agresiones sexuales a menores se disparan en familias extranjeras

En el caso de los varones, es especialmente reseñable cómo la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años

Las agresiones sexuales cada vez están más presentes en la actualidad. En los últimos 15 años estas acciones han presentado una tasa de crecimiento del 353 %. En el último año, la Fundación ANAR, que ha presentado este martes su último estudio sobre Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes, según su testimonio, ha contabilizado 1.236 casos, 46 más que el año anterior.
En este sentido, Benjamín Ballesteros, director técnico de la Fundación ANAR, que ha ofrecido junto a Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda, y Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento jurídico de las Líneas de Ayuda, han ofrecido un estudio detallado de las agresiones sexuales a niñas y adolescentes en España, así como su evolución desde el año 2019. Así, Ballesteros ha apuntado que buscan poner el foco «en la agresión sexual en menores de edad, fenómeno oculto y escondido en el que predomina el miedo y la vergüenza».
Asimismo, Díaz, que ha sido la encargada de presentar los datos desde 2019, ha recordado que la Fundación ANAR ha ayudado a 4.522 víctimas, además de tener 81.252 peticiones de ayudas en este periodo. Este estudio se centra en las mujeres niñas y adolescentes en el 78,7 % de los casos. La tasa de crecimiento en este grupo es de 54,9 % y en la última década el 316,9 %.
En el último año, tal y como ha recalcado la directora de las Líneas de Ayuda, han atendido cinco líneas. De ellas, la que más fuerza ha tenido en cuento presencialidad ha sido la agresión sexual, con el 91,5 % de los casos. A una larga distancia le siguen el grooming (3,1), cuando un adulto contacta con un niño durante un tiempo para controlarle emocionalmente con fines de satisfacción sexual; el sexting no consentido (2,1 %), publicación de contenido sexual no consentido; la pornografía (1,3), y la prostitución (1,9 %).

Las víctimas suelen ser menores de edad

En relación a estos datos, se han visto unas diferencias estadísticamente significativas en función del género de la víctima. Las mujeres son las que más agresiones sexuales han sufrido en nuestro país, un 92,3 % frente al 88,4% de los hombres. Sin embargo, se han registrado más casos de pornografía en los niños y adolescentes varones, 5,2 % en comparación con el 1,4 % de las niñas.
La edad media de la víctima es de 12,5 años, una cifra que aumenta respecto al anterior estudio, y seis de cada 10 se encuentran en la franja de edad de entre los 13 y 17 años. En el caso de los varones, es especialmente reseñable cómo la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años.
En cuanto a la temporalidad, existe un riesgo estable a lo largo de todo el año, pero a finales de primavera y principios de verano –en los meses de mayo y junio– aumenta. Así, tal y como explica Díaz, en la agresión sexual presencial se ha observado un claro aumento de su incidencia en verano desde 2019 hasta 2022. En concreto, el mes de agosto es el que ha pasado de representar el 9,2 % al 12,4 en 2022. En el resto de las violencias «no existe ninguna diferencia».
Si atendemos al entorno de las víctimas, el 40,7 % vive con ambos progenitores y un 36,1 % en familias monoparentales. Asimismo, el 58,7 % proceden de familias españolas, frente al 41,3 % que proceden de familias migrantes, lo que supone un porcentaje relevante, teniendo en cuenta que la proporción de menores de edad extranjeros en España supone el 12,8 % de la población infantil total. En este sentido, Díaz ha asegurado que analizando la casuística de las familias inmigrantes, aunque sea menor, «es un dato muy alto».

El agresor: hombre y conocido

En cuanto al perfil de agresor, el estudio revela que el 94,3 % son hombres y principalmente mayores de edad. Así, ocho de cada 10 agresores (79,5 %) son conocidos de la víctima y, de estos, el 50,3 % miembros de su propia familia. Un dato que aumenta hasta el 85,9 % en el caso de las víctimas de cero a nueve años. Además, en el 27,9 % de los casos se trata del padre biológico o de la pareja de la madre y la tasa de reincidencia es del 10 %.
Al hilo, la directora, ha trasladado su preocupación por un dato que va en ascenso, como es que el 21,4 % de los agresores son menores de edad y la agresión sucede entre iguales, especialmente en la franja de los 13 a los 17 años.
En lo que se refiere a los lugares donde se producen, el 44 % de las agresiones se produce en la propia casa de la víctima; un 19,1 % en otras casas; un 9,2 % en el colegio y un 4,2 % en el parque.
Las formas de agresión sexual más frecuentes son los tocamientos (50,9 % de los casos), seguida de la penetración (19,4 %), besos (11,2 %), masturbación (10,1 %) y obligar a realizar o presenciar actos de exhibición sexual (8,4 %). Por su parte, las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan del 2,1 % del total que suponían en el anterior estudio de 2008, a representar el 10,9 % de las agresiones.

Nuevas tecnologías y drogas

Según este estudio, el uso creciente de las nuevas tecnologías ha aumentado la problemática de las agresiones sexuales. Las tecnologías cada vez están más implicadas. A medida que aumenta la edad de la víctima, crecen «las consultas donde están involucradas las tecnologías», ha asegurado Díaz. De hecho, en un 43,9 % de las agresiones estaban presentes las nuevas tecnologías, lo que supone un aumento del 21,6 % desde 2008.
En cuanto al consumo de drogas, el 13,4 % de las víctimas estaban bajo el efecto de sustancias estupefacientes y uno de cada 100 se encontraban bajo sumisión química. A pesar de los datos, han querido recordar que «nada justifica la agresión sexual».
Por otra parte, Díaz ha señalado las graves consecuencias de este tipo de violencia, entre las que ha destacado el cambio brusco del comportamiento y estado anímico (en el 23,5 % de los casos), problemas psicológicos de gran calado (20,8 %), y conducta o ideación suicida (9,1 %).
En este sentido, han sentenciado que es preocupante que seis de cada 10 progenitores no saben «cómo actuar o no actúan correctamente» cuando se producen agresiones sexuales por negligencia o falta de reacción (41,5 %), miedo a la revictimización (21,8 %), negación (17,9 %) y culpabilización (9,8 %) o justificación al agresor (9 %).
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