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Fernando Fernández Bueno

Regulación sí, pero hagámoslo desde la ciencia

Tras varios años en los que el tabaquismo no era una prioridad para los sucesivos ministros y ministras de Sanidad, la actual titular de la cartera, Mónica García ha hecho de la lucha contra el hábito de fumar una de sus banderas

Actualizada 04:30

El año 2024 está ya en su recta final y es un buen momento para hacer balance de cómo ha transcurrido el año desde el punto de vista de la salud pública y la lucha contra el tabaquismo. Y no puede decirse que haya sido un buen año, pero tampoco malo del todo.

En el lado bueno de la balanza conviene destacar que 2024 ha sido el año en el que el Gobierno ha aprobado su plan de tabaquismo tras varios años paralizado y ha comenzado con su aplicación. Todos los que nos dedicamos a la lucha contra el tabaquismo aplaudimos ese compromiso del Gobierno para reducir el número de fumadores en España.

Tras varios años en los que el tabaquismo no era una prioridad para los sucesivos ministros y ministras de Sanidad, la actual titular de la cartera, Mónica García, ha hecho de la lucha contra el hábito de fumar una de sus banderas.

Sin embargo, el enfoque que le está dando es, a nuestro juicio, erróneo e incurre en medidas como son la prevención, la cesación y la prohibición que, por sí solas, no solo no van a conseguir reducir el número de fumadores, sino que existe un riesgo real de aumentarlo.

El último ejemplo de esta política errática es el reciente anuncio del Ministerio de Sanidad de modificar el Real Decreto 579/2017, que ahora se encuentra en audiencia pública, para, por ejemplo, prohibir el uso de sabores en los nuevos productos que la ciencia ha demostrado que son menos dañinos que el cigarrillo convencional.

Pese a que desde la Plataforma apoyamos algunas de las medidas de esa nueva propuesta como es el empaquetado genérico o la regulación de la calidad y seguridad de los líquidos para vapear sin nicotina, el Real Decreto vuelve a incurrir en el mismo fallo que el Plan de Tabaquismo; ignorar la evidencia científica.

Y eso pese a que la ministra de Sanidad ha defendido que la evidencia científica está en el ADN de cualquier iniciativa legislativa que parta de su Ministerio. Sin embargo, esto no ha sucedido con todo lo que tiene que ver con el tabaquismo. Y ello, pese a que existe numerosa evidencia científica que avala, por ejemplo, que los nuevos productos son mucho menos dañinos que el cigarrillo tradicional y que pueden ser una herramienta eficaz para dejar de fumar.

En lugar de mirar lo que están haciendo otros países como Reino Unido, Nueva Zelanda o Suecia, donde gracias al uso de los nuevos productos como herramienta para dejar de fumar han conseguido cifras récord en el descenso de fumadores, siendo Suecia el primer país libre de humo de la historia, el ministerio de Sanidad pretende demonizar estos productos con el consiguiente impacto que esto puede tener para la salud pública.

Ese es el caso de la prohibición de sabores en los nuevos productos. Son ya numerosos los estudios que han demostrado por qué los sabores son clave para lograr que el fumador deje el cigarrillo de combustión y se pase a productos menos dañinos. Así lo certifica, por ejemplo, el reciente informe del Real Colegio de Médicos de Reino Unido de abril de 2024 titulado «Cigarrillos electrónicos y reducción de daños: Una actualización de la evidencia» que señala que «un rango de sabores debe estar disponible para facilitar a los adultos fumadores que están usando cigarrillos electrónicos para dejar de fumar…los modelos sugieren que restringir los sabores podría llevar de manera desproporcionada a que más personas continúen fumando o recaigan en el tabaquismo mucho más que prevenir que la gente fume o vapee».

Desde la Plataforma, vamos a participar en la audiencia pública de este Real Decreto y confiamos en que el Ministerio de Sanidad, atendiendo únicamente a la evidencia científica, y a ninguna otra voz, rectifique y retire la prohibición del uso de sabores en los nuevos productos. Aún estamos a tiempo de apostar por una política de tabaquismo que, de verdad, consiga reducir el número de fumadores en España.

  • Fernando Fernández Bueno es cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo
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