
Parkinson
Día Mundial del Parkinson
España en el ranking mundial del párkinson: el dato que pone en alerta a la comunidad médica
El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población harán que, en 2050, nuestro país sea el octavo en número de pacientes
Como cada 11 de abril, se celebra el Día Mundial del Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo después de la enfermedad de Alzheimer. Según las últimas estimaciones, en España existen alrededor de 200.000 personas afectadas por esta afección y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se diagnostican alrededor de 10.000 casos más.
El párkinson es una enfermedad crónica y progresiva, que se caracteriza por la reducción gradual de la capacidad del cerebro para producir dopamina, un neurotransmisor que controla, entre otros aspectos, el movimiento y el equilibrio, explica el doctor Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
Al hilo, el experto destaca que es la enfermedad neurológica en la que «más rápido ha aumentado su prevalencia, su carga y su mortalidad». Así, recuerda que en los últimos 20 años, la carga de discapacidad ha aumentado más de un 80 %, el número de fallecimientos se ha duplicado y, según las últimas previsiones, publicadas hace solo unas semanas, seguirá aumentando de forma «muy considerable en los próximos años».
Según el último informe del Global Burden of Disease Study, que empleó los datos de 195 países, en los próximos 25 años estas las cifras de la enfermedad del Parkinson aumentarán más del doble, concretamente un 112 % más. Es decir, los 12 millones de pacientes quedarán muy atrás. Esto supone que en 2050 habrá más de 25,2 millones de personas con la enfermedad. ¿La causa? El envejecimiento y el crecimiento mundial de la población.
El doctor Sánchez Ferro comenta que a pesar de que este previsible aumento se producirá en todos los países, sexos y edades, son «especialmente llamativas las previsiones para España». Así, afirma que «a pesar de que solo somos el 31º país más poblado», ya somos «el noveno país con más casos de párkinson en el mundo». Estos datos se quedarán cortos con los de 2050, cuando nuestro país escalará hasta «el octavo puesto». Además, seremos el territorio con número de personas con la enfermedad por habitante, con una prevalencia cercana a los 850 casos por cada 100.000.
En qué grupo se dan más casos
La enfermedad de Parkinson tiene una incidencia dos veces mayor en hombres que en mujeres, y la edad media de inicio de la enfermedad es mayor en mujeres que en hombres, aunque las pacientes de párkinson poseen una menor esperanza de vida y una mayor mortalidad por la enfermedad.
A pesar de esto, la edad no es el único factor de riesgo. Hasta un 20 % de los casos se producen en personas de menos de 50 años y ya se conocen ciertos factores, muchos de ellos evitables llevando a cabo hábitos saludables, que también, según varios estudios, parecen predisponer el desarrollo de la enfermedad. Así lo indica el coordinador, quien también garantiza que la inactividad física y aislamiento social, o no controlar adecuadamente el azúcar en sangre, la presión arterial o el colesterol, son factores que también pueden influir «en el desarrollo de la enfermedad».
Síntomas del párkinson
- Temblor
- Rigidez muscular
- Lentitud en el movimiento
- Inestabilidad postural
- Pérdida del sentido del olfato
- Cambios en el estado de ánimo
- Depresión
- Ansiedad
- Alteraciones del sueño
- Degeneración cognitiva
Fármacos indicados para la enfermedad
Actualmente, para la afección de Parkinson están enfocados principalmente en aliviar los síntomas de los pacientes. También existen diversos medicamentos y terapias físicas y ocupacionales que juegan un papel clave en la calidad de vida de los pacientes.
Sin embargo, no son las únicas, cada vez crean nuevas opciones de tratamiento. Ejemplo de ellos
son la estimulación cerebral profunda utilizada cuando aparecen dificultades en el movimiento, y más recientemente, los ultrasonidos de alta intensidad, que pueden ser útiles en casos de temblor resistente a los tratamientos convencionales.