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Una de las instalaciones de Planned Parenthood en Estados Unidos

Una de las instalaciones de Planned Parenthood en Estados UnidosPlanned Parenthood

Una médico revela que fue instruida para enviar a mujeres a casa «con perforaciones uterinas» tras abortar

Los síntomas son varios. Pueden variar desde leves, como puede ser un dolor abdominal, hasta graves o muy graves, como shock o la muerte

Christine Henneberg, médico, ha vivido durante muchos años una de las historias más trágicas de los últimos tiempos. Así lo ha contado en sus memorias, donde ha especificado que Planned Parenthood, el gigante del aborto de Estados Unidos, la entrenó para no tener piedad de sus pacientes y enviarlas a casa con perforaciones uterinas después de matar al feto. Víctimas de esta atrocidad son Gloria Small, de 43 años, madre de seis hijos; Margaret Paula Clodfelter, de 19 años; o Virginia Wolfe, de 33 años, que perdió la vida en la misma mesa del quirófano.

La perforación uterina es una complicación poco común, pero grave, que puede producirse durante un legrado uterino, también conocido como curetaje. Esta apertura se produce cuando un instrumento utilizado en el procedimiento atraviesa la pared del útero, creando una apertura, según la editorial científica Elsevier.

Los síntomas de una perforación uterina son varios. De hecho, como en cualquier afección, pueden variar desde leves, como puede ser un dolor abdominal, hasta graves o muy graves, como shock o la muerte. Entre estos extremos, hay más signos de que algo no va bien. Estos son: sangrado vaginal abundante o persistente, dolor en el hombro (si hay irritación del peritoneo), fiebre, escalofríos, dificultad para respirar, mareos.

Según ha relatado en sus memorias, Henneberg aprendió a realizar abortos por el programa de Capacitación en Aborto Temprano para una Atención Integral de Salud, una asociación ligada a Planned Parenthood y financiada por una empresa de píldoras abortivas.

Durante sus días de prácticas, la mujer perforó, debido a la poca experiencia, el útero de una mujer. Al decírselo a su instructora, la respuesta de esta fue tajante: «Sí, lo hiciste. Perforaste». Al revisar que no quedaban restos del feto en el interior, sus únicas palabras fueron: «No te preocupes. Va a estar bien», recoge Infocatólica.

Al ver la cara de horror de Henneberg, su instructora le dijo que lo único que tenía que recordar era que «los abortos son uno de los procedimientos más seguros que existen». La perforación, continuó, es como «tu peor pesadilla, somos muy cuidadosos para evitarla, y debemos serlo. Pero ahora te ha pasado. Has hecho un pequeño agujero en su útero. Tienes que vigilar que no sangre y asegurarte de que no hayas succionado ningún órgano. Pero en el 99 % de los casos, eso no sucede. La observarás, se irá a casa y esto sanará en unos días».

Tras este mal rato, la joven se fue a casa, al igual que si instructora y la paciente. Ella solo quería que llegase el día siguiente y ver que la mujer estaba bien. Sin embargo, se llevó una sorpresa: no tenían ningún plan de seguimiento de estas pacientes, por lo que nunca supo qué pasó finalmente con ella. La pesadilla continuó ese mismo día. Le pasó lo mismo con otra chica. El plan fue el mismo.

Así, ha denunciado, el único plan de Planned Parenthood es mandar a las mujeres con esta perforación a casa para seguir pasando consultas y evitar que pisen el hospital. Esta actuación o acabó con las muertes que se registraron, sino que se siguen produciendo en las clínicas del gigante del aborto.

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