Fachada de un estanco
Estanqueros y agricultores se revelan contra el plan antitabaco de la OMS: «Tendría consecuencias devastadoras»
El apoyo de Bruselas a estas medidas que se votarán en noviembre preocupa enormemente a los sectores implicados
Las 16 medidas de alcance global que la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentará entre el 17 y el 22 de noviembre de 2025 en Ginebra en contra del tabaco preocupan a varios sectores de la sociedad. En esa ciudad suiza se celebrará la COP11, la undécima Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), en el que 180 países debatirán nuevas políticas globales sobre productos de tabaco y nicotina.
Entre esas 16 medidas se encuentra la reducción del número de puntos de venta hasta la prohibición progresiva de la venta de tabaco, pasando por la eliminación de ayudas al cultivo, la prohibición de filtros o la reducción drástica de nicotina en productos combustibles. Estas propuestas, ya aceptadas por la Unión Europea, podrían suponer un cambio radical en el marco normativo del tabaco.
Las consecuencias de la implantación de este tipo de medidas podría ser catastrófica para los estanqueros o los agricultores de tabaco y podría disparar el comercio ilícito, como ya ocurre en Francia.
Las reacciones de todos estos sectores no se han hecho esperar. Desde el Gremi d’Estanquers de Catalunya expresan su preocupación y consideran que la aplicación de estas políticas podría tener consecuencias devastadoras para los 13.000 estancos que conforman la red minorista estatal, «y especialmente para las más de 26.000 familias que dependen directamente de ellos».
«Los estancos somos un servicio público esencial y un comercio de proximidad arraigado al territorio», inciden. Además de garantizar el cumplimiento normativo, el control del acceso a menores y la trazabilidad de los productos, recalcan que ofrecen servicios básicos a la ciudadanía, como el pago de recibos de luz o agua o la retirada de efectivo en municipios sin oficina bancaria. «Gracias a nuestra red capilar, aseguramos el acceso a estos servicios en todo el territorio. Nuestro papel va mucho más allá de la venta de tabaco», concluyen.
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) va en la misma dirección, y expresan su profunda preocupación debido a que, en términos de cultivo, España es el segundo productor de hoja de tabaco de toda Europa, y Extremadura concentra el 98 % del cultivo español. «Este sector representa un pilar económico y social insustituible para comarcas como La Vera, Campo Arañuelo, Plasencia o el Valle del Alagón, con más de 17.000 empleos directos e indirectos que dependen de esta actividad, contribuyendo a generar riqueza, mantener a la población en zonas rurales, y evitar así la despoblación», recalcan.
Continúan recalcando que la propuesta de la OMS de eliminar las ayudas al cultivo de tabaco supondría «un golpe devastador para el tejido productivo español», que en la última década ha hecho una apuesta por la innovación aplicada a la reconversión a biomasa de sus secaderos, la mejora de la productividad o, más recientemente, la transformación hacia nuevos productos de tabaco calentado.
«Desde UPA pedimos a las instituciones europeas y nacionales que escuchen a los productores españoles y no acepten el discurso negacionista de la OMS, centrado en destruir a un sector que realiza una importante contribución al PIB de la UE, sin ofrecer ni permitir alternativas viables».
En la Asociación Española de Puntos de venta con Recargo (Aepvr) ven con «enorme preocupación» porque la reducción de puntos de venta tendrá «un serio impacto para la viabilidad económica de nuestro negocio poniendo en riesgo nuestros puestos de trabajo».