Advierten a las aerolíneas de un fallo en los respiradores de emergencia en los aviones

El pasado 3 de agosto de 2025, los pasajeros del vuelo de Iberia entre Madrid y París vivieron un momento de gran tensión cuando el avión, un Airbus A321-253NY con matrícula EC-OOJ, chocó con un ave de gran tamaño poco después del despegue desde Barajas. El impacto destrozó el morro de la aeronave, dañó parte del radomo –la cubierta que protege el radar meteorológico– y provocó la entrada de humo blanco en la cabina al quedar inutilizado el motor izquierdo. Aunque la tripulación logró regresar con éxito al aeropuerto madrileño, el susto no terminó ahí: uno de los tripulantes de cabina estuvo a punto de perder la vida debido a un fallo en su equipo de respiración de emergencia.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha revelado en un informe preliminar que el sistema PBE de respiradores de emergencia (Protective Breathing Equipment), fabricado por SAFRAN Aerosystems, presentó fallos críticos durante el incidente. Tres de los cuatro tripulantes de cabina tuvieron dificultades para utilizarlo. En uno de los casos, el TCP ubicado en la parte trasera del avión perdió el conocimiento tras ponerse la capucha, que en teoría debía suministrarle oxígeno.

Al parecer, al colocársela rompió accidentalmente la palanca de activación del flujo de aire, impidiendo que el dispositivo funcionara. Su compañero lo halló inconsciente, con signos de asfixia, y logró reanimarlo tras retirarle el equipo. Según la CIAIAC, de haber mantenido el PBE puesto unos minutos más, habría fallecido.

Los técnicos descubrieron que el error no fue un hecho aislado. En sus ensayos comprobaron que la palanqueta de activación del oxígeno podía romperse con relativa facilidad si el usuario introducía los pulgares por la zona del cuello para ajustar la capucha, algo habitual en situaciones de emergencia. Este defecto de diseño hace que muchos dispositivos del mismo modelo instalados en aviones de distintas aerolíneas sean potencialmente peligrosos.

Ante la gravedad del hallazgo, la CIAIAC ha emitido una recomendación urgente de seguridad dirigida tanto a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) como al propio fabricante SAFRAN Aerosystems. Se insta a rediseñar el modelo PBE 15-40F-80 para evitar la manipulación involuntaria de piezas críticas y a actualizar los manuales de uso y entrenamiento de las tripulaciones.

Asimismo, se pide a Iberia reforzar la formación de su personal para garantizar un uso correcto y seguro de estos equipos. El incidente, aunque no causó víctimas, ha puesto de relieve la importancia vital de revisar los procedimientos de emergencia a bordo.