Naves Starship despegando de Marte, en un vídeo promocional de SpaceX
Ciencia
Un paso más hacia Marte: el último logro de la Starship que podría cambiar el futuro de los viajes espaciales
Viajar y colonizar nuestro vecino planetario siempre ha sido una de las grandes obsesiones del magnate, quien nunca ha ocultado sus grandes intereses en el planeta rojo
Esta semana, la llegada del hombre a la Luna y, en un futuro, a Marte daba un pequeño paso más. El éxito cosechado en el undécimo vuelo de la nave Starship –el cohete más grande y poderoso jamás construido– será clave de cara a las futuras misiones Artemis –que llevarán al ser humano a la Luna en 2027– y de la posible llegada del hombre al planeta rojo, previsiblemente a partir de 2040 según los expertos.
Como es lógico, el último éxito de la Starship acerca un poco más a Elon Musk a Marte. Viajar y colonizar nuestro vecino planetario siempre ha sido una de las grandes obsesiones del magnate, quien nunca ha ocultado sus grandes intereses en el planeta rojo. Y es que desde que fundara SpaceX hace más de veinte años, el multimillonario se encuentra en el punto más cercano de establecer una colonia en el cuarto planeta del sistema solar.
En concreto, los planes de Musk pasan por construir una ciudad autosostenible en las próximas décadas. Sin embargo, para conseguir este complicado objetivo, Musk sabe que el siguiente paso tiene que ser pisar por primera vez la tierra roja de Marte.
«Las primeras naves espaciales a Marte se lanzarán en dos años, cuando se abra la siguiente ventana de transferencia Tierra-Marte. No llevarán tripulación para probar la fiabilidad de un aterrizaje intacto en Marte. Si esos aterrizajes salen bien, los primeros vuelos tripulados a Marte se realizarán en cuatro años», señaló el magnate en 2024.
Dichas misiones no tripuladas son el paso previo del envío de humanos a Marte. «Si las misiones tripuladas funcionan, y no incrementamos el número de cráteres en Marte, enviaremos humanos dos años después», expuso el multimillonario sudafricano.
De hecho, ya hace años Musk puso las primeras piedras en su plan de colonización. En concreto, estimó que harían falta un millar de naves espaciales Starships y 20 años de lanzamientos para conseguir construir una ciudad autosostenible en el planeta rojo.
«Si construimos 100 Starships al año, obtendremos 1.000 en 10 años, o 100 megatones al año. Aproximadamente 100.000 personas por cada sincronización orbital Tierra-Marte», afirmó en 2020.
Sin embargo, aunque la nave Starship ha tenido bastantes éxitos en sus últimos lanzamientos, aún existen obstáculos a tener en cuenta:
1. Aterrizaje: demostrar un aterrizaje seguro y preciso en la superficie de Marte.
2. Reabastecimiento en órbita: la nave necesitará ser reabastecida de combustible en órbita terrestre, una maniobra compleja que deberá ser perfeccionada.
3. Sistemas de soporte vital: el desarrollo de sistemas confiables de soporte vital para soportar el tránsito de larga duración a Marte son un reto aún a resolver.
4. Producción de propelente en Marte: será necesario producir el propelente necesario para el viaje de regreso utilizando recursos marcianos, lo que requerirá tecnologías de procesamiento en la superficie del planeta.
Los expertos rebajan la euforia de Musk
El objetivo de Musk, por muy bonito que pueda sonar, es más propio de ciencia ficción según los principales expertos. En los últimos meses, gran cantidad de científicos han desmontado el gran ímpetu del magnate, cuyo objetivo han catalogado de «prácticamente imposible».
Ilustración de Elon Musk y Marte
«Es extraordinariamente ambicioso por no decir imposible. Marte no es solo un destino lejano, sino un entorno muy hostil que requiere una planificación y una tecnología mucho más avanzada que la que tenemos ahora mismo», explicó a El Debate Jorge Plá-García, investigador del Centro de Astrobiología y research scientist del Space Science Institute en Boulder y uno de los operadores y analistas de las tres estaciones meteorológicas de la NASA en Marte.