Descubren a una organización que trasladaba de forma clandestina a menores a clínicas para abortar

El aborto está a la orden del día en Estados Unidos. A pesar de los intentos de los provida dar una vida al nasciturus, las organizaciones proaborto y las clínicas siguen insistiendo para ser la cultura dominante. Una nueva investigación llevada a cabo por la asociación católica Supervivientes del Holocausto del aborto, ha sacado a la luz un nuevo modus operandi de un grupo para llevar la muerte del fato a lo más alto: trasladaba de forma clandestina a menores a clínicas para matar a su hijo.

Esta polémica acción, que ocurría en varios estados, fue descubierta por una periodista que se hizo pasar por una joven de 15 años. En el video, que documentaba paso a paso todo lo que pasaba, se ve como los activistas abortistas del Fondo Estatal para el Aborto de Palmetto reclutaban a menores en el centro comercial de Myrtle Beach (Carolina del Sur) y las trasladaban hasta una clínica de Planned Parenthood en Charleston, donde les pagaban la cirugía.

Para ir a la furgoneta todas las mamás iban juntas, Kathryn Weir, voluntaria proabortista conducía la furgoneta. En el viaje de regreso, el vehículo se detuvo en una gasolinera. Allí estaba Tim Clement, director de Supervivientes. Se hizo pasar por el angustiado padre de la adolescente y exigió saber quién era Weir y por qué había llevado a su «hija» a una clínica de abortos, explica la plataforma a favor de la vida LifeNews.

Durante la conversación con la conductora, el progenitor ficticio no podía parar de repetir por qué habían trasladado «a su hija a Planned Parenthood». Sin ningún tipo de remordimiento y expresión de sorpresa, Weir respondió: «Solo la llevaba».

Tras este enfrentamiento, Clement reveló a LifeNews que fue desgarrador presenciarlo en primera persona. Además, aseguró, no podría dejar de pensar en cuántas veces el Fondo Estatal para el Aborto de Palmetto habría llevado en vehículo a jóvenes de 15 años sin el consentimiento de sus padres para que acabasen con la vida de sus hijos. «Esto es poco ético y los padres deberían estar indignados», aseveró.

Gracias a su trabajo, la profesional de la información pudo captar todas las intenciones de las personas que se dedican a convencer a jóvenes para que acaben con la vida de sus fetos y denunciarlo. Por esto, y por las políticas de Trump, Planned Parenthooda tenido que cerrar desde principios de año 1.970 clínicas. Esta medida ha protegido la vida de los nasciturus, puesto que ha provocado que muchas madres tuviesen que replantearse la decisión y, por ende, dar a luz.