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29 de marzo de 2024

La Comisión estima que la decisión adoptada «podría desbloquear más de mil millones de euros en comercio durante los próximos años»

La Comisión estima que la decisión adoptada «podría desbloquear más de mil millones de euros en comercio durante los próximos años»

El drama del campo

Europa despluma a los ganaderos españoles al abrir sus puertas al pollo marroquí

La Unión Europea ha autorizado la entrada de carne de ave procedente de Marruecos, algo que ha puesto en pie de guerra al sector avícola

Los granjeros españoles, y en concreto los avicultores, llevan meses en pie de guerra. A un año complicado, por la subida de los costes de la energía y los piensos, se suma la noticia de una nueva competencia en la carne de ave en nuestras fronteras.
El pasado mes de julio, la Unión Europea autorizó la entrada de carne de ave marroquí, tal y como disponía el reglamento 2022/140, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Con un millón de toneladas, España es el segundo país productor de esta carne en el continente, solo por detrás del Reino Unido. El sector cree que esta carne de Marruecos no cumple con las exigentes normativas.
Los avicultores entienden que, con estas cifras, no son necesarias a día de hoy importaciones extra de terceros y menos, si supuestamente no alcanzan a cumplir la legislación comunitaria en materia de sanidad y bienestar animal.

Más apoyo local

Una vez se tuvo constancia de esta decisión, las organizaciones agrarias como UPA y COAG mostraron su oposición y levantaron la voz de alarma por la posible deficiencia sanitaria, ya que entienden que Marruecos no cumple con los estándares de calidad y seguridad que sí les exige a ellos la Unión, como por ejemplo en prohibición de antibióticos o en control de enfermedades como la salmonella.
«La Unión Europea abre la puerta a los pollos de Marruecos y despluma a nuestros ganaderos», resumen desde COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). Esta organización ha exigido tanto a las autoridades comunitarias como al gobierno español menos importaciones procedentes de terceros países y «más apoyo» a las granjas avícolas locales «para evitar la quiebra de 5.000 explotaciones».

Los granjeros perciben 0,15 euros de los 3,25 que pagan los consumidores por el kilo de polloUPAUnión Pequeños Agricultores

Precios por los suelos

Eloy Ureña, responsable del sector avícola de COAG, ha apuntado a las industrias que están detrás de esta medida «para asegurarse el suministro de pollo si los bajos precios terminan por hundir a los granjeros españoles».
Y es que, como para otros muchos ámbitos del sector primario, son tiempos difíciles. Los ganaderos avícolas españoles atraviesan problemas «por el brutal encarecimiento» de los costes de producción tras el aumento de los costes de energía (+150 %), piensos (+35 %) «y unos precios en el umbral de la rentabilidad».
Por su parte, la UPA (Unión de Pequeños Agricultores) exigió al Gobierno y a las comunidades autónomas que actúen «para lograr que se cumpla la ley de la cadena alimentaria» ya que los costes de producción están superando «con creces» los precios percibidos.
«Los granjeros», aseguran, «apenas perciben 0,15 euros de los 3,25 que pagan los consumidores por el kilo de pollo».

Las cifras del sector

España produce un total del 11,8 % del total europeo de la carne de pollo, en una evolución que tiende a la estabilización en torno al millón de toneladas.

El «ligero» déficit de abastecimiento, se cubre fundamentalmente con importaciones de países del entorno comunitario.

​En España existen alrededor de 7.000 familias criadoras de pollos y pavos de España.
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