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Proyecto de la primera planta de fusión nuclear

Proyecto de la primera planta de fusión nuclear

Medio ambiente

Fusión nuclear comercial, el proyecto que busca revolucionar la energía limpia y que estará listo en 2030

Supondrá una revolución científica al ser el primer centro de estas características, capaz de producir 400 megavatios y abastecer a 150.000 hogares

La fusión nuclear es una de las metas a alcanzar por parte de la ciencia como puerta a la energía limpia e ilimitada. Esta técnica consiste en un proceso en el que dos núcleos atómicos ligeros se combinan para formar un núcleo más pesado, liberando una gran cantidad de energía. Este es el mismo procedimiento por el que se alimenta el Sol y otras estrellas. La gran dificultad consiste en adaptarlo para lograr su producción de manera controlada.

Y esto es lo que parece que está ya en marcha. Estados Unidos tendrá el primer centro mundial de energía de fusión nuclear a escala de red del mundo en 2030, que será capaz de aprovechar esta energía limpia futurista y generar electricidad. Será de la mano de la compañía Commonwealth Fusion Systems (CFS), una de las mayores y más publicitadas empresas de fusión nuclear, que realizará una inversión multimillonaria para poner en marcha el proyecto.

Este hito se levantará en el Parque Industrial James River en el condado de Chesterfield, Virginia. La planta podrá conectarse a la red y producir 400 megavatios, suficientes para abastecer a 150.000 hogares, según comentó la compañía. «Será la primera vez en el mundo que se disponga de energía de fusión a escala de red», declaró Bob Mumgaard, CEO de CFS

Un camino lleno de obstáculos

Sin embargo, este camino está lleno de obstáculos, principalmente porque la viabilidad técnica y económica de la fusión aún no ha sido demostrada fuera del laboratorio. A medida que el mundo busca alternativas sostenibles a los combustibles fósiles, la fusión nuclear destaca por su potencial: ofrece una fuente inagotable de energía sin emisiones contaminantes ni residuos nucleares de larga duración.

A diferencia de la fisión —tecnología utilizada actualmente en las centrales nucleares—, la fusión reproduce el proceso que alimenta al Sol, fusionando átomos de hidrógeno para liberar enormes cantidades de energía. La tecnología más común para lograrlo es el tokamak, una máquina en forma de toroide capaz de mantener confinado un plasma supercaliente donde se producen las reacciones de fusión. Aunque en teoría se trata de una fuente casi ilimitada y limpia de energía, llevarla de la teoría a la realidad ha resultado más complejo de lo esperado.

CFS afirma estar lista para cambiar esa narrativa. La empresa, que ya ha recaudado más de 2.000 millones de dólares, está construyendo su propio tokamak con el objetivo de lograr energía de fusión neta, es decir, una reacción que genere más energía de la que consume. CFS prevé generar su primer plasma —el gas cargado necesario para iniciar la fusión— en 2026 y alcanzar un balance energético positivo poco después.

La elección de la ubicación responde a diversos factores: el dinamismo económico de la región, su fuerza laboral cualificada, su apuesta por las energías limpias y la posibilidad de reutilizar la infraestructura de una antigua central de carbón. CFS considera que la localización tiene potencial para convertirse en un referente global: «A principios de la década de 2030, todos los ojos estarán puestos en Richmond como cuna de la energía de fusión comercial», aseguró Mumgaard.

Virginia también destaca como el mayor centro mundial de almacenamiento de datos, un sector cuyo consumo eléctrico crece a gran velocidad. Según estimaciones de Boston Consulting Group, la demanda energética de los centros de datos en EE.UU. podría triplicarse para 2030, alcanzando niveles comparables al consumo de 40 millones de hogares.

CFS no es la única empresa que intenta acelerar la llegada de la fusión comercial. Varias startups están compitiendo por ser las primeras en conectar esta tecnología a la red, y muchas prevén lograrlo en la próxima década. Mumgaard reconoce que el proceso será largo y estará lleno de desafíos, pero insiste en que el sector ha entrado en una nueva fase: «Ya no hablamos solo de ideas generales. Ahora se trata de planificar, construir y ubicar plantas reales para iniciar la era de la fusión».

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