Un parque solar flotante en el lago de Da Nhim, provincia de Binh Thuan, en el centro-sur de Vietnam
Paneles solares ¿en el mar? China da un paso más en su apuesta por las renovables
Tras la irrupción de la energía eólica y solar a prados y embalses, con esta iniciativa se abre la veda para colocar módulos fotovoltaicos en la superficie marina
Los parques solares y eólicos se han multiplicado por los paisajes de todo el mundo en los últimos años. Un 'boom' que se corresponde con la llamada transición energética que han emprendido gran parte de los países para dejar de depender de los combustibles fósiles.
No obstante, esta política no está exenta de polémica, ya que hay quien apunta que la irrupción de estas nuevas energías atacan directamente al medio natural y alteran los paisajes. Esto ocurre tanto con los paneles solares como con los aerogeneradores, especialmente aquellos que se han empezado a colocar en el mar, ya que los vecinos de las zonas lamentan que estropea el horizonte y ataca directamente a los ecosistemas marinos.
Pues bien, China ha ido un paso más allá y ha optado por colocar paneles solares en el mar. Si bien es cierto que en España ya ha comenzado a llevarse a cabo esta práctica en algunos embalses, aún no se ha apostado por esta solución a nivel marino. Una investigación de la Universidad de Oviedo ya contemplaba esta posibilidad, pero aún no se ha llegado a ejecutar.
Ha sido China quien ha tomado la delantera y ha comenzado a implementar esta técnica al poner en marcha la mayor planta fotovoltaica flotante en agua salada. Ha sido la petrolera china Sinopec la que ha inaugurado este complejo en lo que llaman «un paso crucial hacia la descarbonización del sector energético».
El proyecto, finalizado y puesto en marcha el pasado 2 de julio, tiene una capacidad instalada de 7,5 megavatios y ocupa aproximadamente 60.000 metros cuadrados. Se estima que generará 16,7 millones de kilovatios hora de electricidad verde al año, lo que equivale a una reducción de emisiones de dióxido de carbono de 14.000 toneladas. En términos medioambientales, es el equivalente a plantar 750.000 árboles más.
El proyecto establece un nuevo paradigma en el uso eficiente del suelo, gracias al modelo «una tierra, dos usos». La instalación aprovecha superficies de agua conectadas al mar, generando energía sin competir con terrenos agrícolas o urbanos. Este enfoque demuestra el potencial de las zonas costeras y aguas poco profundas para convertirse en plataformas clave para la transición energética.
Resistencia al entorno marino
La planta fotovoltaica incorpora un sistema de paneles solares flotantes que se adapta a las mareas, manteniendo una distancia mínima con la superficie del agua para mejorar la refrigeración natural y aumentar la eficiencia energética entre un 5 % y un 8 % respecto a las instalaciones tradicionales sobre pilotes. Esto representa un avance significativo en la optimización del rendimiento en entornos complejos.
Sinopec, en colaboración con expertos en materiales e ingeniería, ha superado los principales desafíos de operar en un entorno marino, como la corrosión, la adherencia biológica y las fluctuaciones de las mareas. Tres innovaciones tecnológicas destacan en el proyecto: cuerpos flotantes y estructuras resistentes a la niebla salina y percebes; un sistema de anclaje submarino diseñado para soportar vientos de hasta fuerza 13 y variaciones de marea de 3,5 metros; y una disposición eficiente de paneles y cableado que mejora la seguridad y reduce significativamente los costes de mantenimiento.
La planta flotante en Qingdao se integra en una cadena de producción energética más amplia impulsada por Sinopec, que busca unir la energía solar con la producción de hidrógeno verde. Esta central representa el eslabón clave en un modelo que transforma la energía solar en electricidad limpia y, a su vez, en hidrógeno sin emisiones, promoviendo el desarrollo de sectores como la refinación y el transporte con base en energías limpias.
Qingdao Refining and Chemical ya ha desarrollado la primera estación de repostaje de hidrógeno neutra en carbono del país, así como un innovador sistema de producción de hidrógeno a partir de agua de mar. La empresa planea expandir la capacidad instalada con una futura ampliación de 23 megavatios adicionales en generación solar flotante, reforzando así su papel como referencia en energías limpias.