Un catedrático de Ecología advierte sobre el fenómeno de la 'sopa verde' en el Mar Menor: «Es posible siempre»

El presidente del Comité Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, ha advertido de que la aparición de un nuevo episodio de eutrofización, conocido popularmente como 'sopa verde', «es posible siempre», aunque subrayó que ello «depende de las condiciones que se den». El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia se pronunció en estos términos tras la reunión mantenida este miércoles por dicho órgano asesor.

Según explicó, la llegada del otoño y la proximidad del invierno suponen «un factor a favor» para evitar este fenómeno, ya que las temperaturas más bajas pueden contribuir a frenar la proliferación del fitoplancton. Sin embargo, matizó que la recurrencia de las danas representa un elemento adverso, dado que pueden provocar importantes entradas de agua dulce y nutrientes al ecosistema lagunar.

En este contexto, Pérez Ruzafa señaló que también resultarán determinantes los tiempos de retardo en la entrada de caudales al Mar Menor, así como el número de eventos meteorológicos intensos que puedan registrarse en los próximos días. «Dependerá de si se repite otra dana en poco tiempo», apuntó.

Pese a los posibles riesgos, el experto quiso transmitir un mensaje de relativa tranquilidad. «Tengo confianza en el sistema», afirmó, al recordar que en episodios similares anteriores, la laguna ha mostrado «una gran capacidad de recuperación en dos o tres semanas», logrando retornar a niveles ambientales «relativamente normales». Por ello, rechazó que exista motivo para una alarma inmediata, aunque sí insistió en la necesidad de actuar con previsión. «Podríamos hacer poco en el momento de la crisis, pero sí podemos tomar medidas con antelación», indicó.

Entre las actuaciones preventivas, Ruzafa destacó la importancia de una adecuada gestión de la cuenca vertiente. «Ahí está la clave para anticiparnos a este tipo de eventos, que cada vez van a ser más frecuentes», manifestó, en referencia a los aportes de agua y nutrientes que llegan desde la agricultura y otras actividades humanas en el Campo de Cartagena.

En relación con el nivel freático del acuífero que abastece esa comarca, reconoció la existencia de «discrepancias tanto entre las administraciones como en el ámbito científico» respecto al papel que debe desempeñar el Comité Científico. Por ese motivo, se ha decidido estudiar en profundidad esta cuestión para poder fijar prioridades claras. «Todas las soluciones tienen que analizarse atendiendo a criterios de urgencia, eficacia y costes», explicó. A su juicio, el objetivo debe ser «ayudar a las administraciones a enfocar los problemas y encontrar soluciones».

Durante su intervención, también advirtió del elevado pico de clorofila detectado recientemente, así como de la masiva entrada de agua dulce en la laguna, cuya magnitud calificó de «muy alta». Asimismo, alertó sobre la carga de nutrientes y materiales en suspensión transportados por las escorrentías: «Son enormes», aseguró.

El impacto de estos factores ya se está dejando sentir. En ciertos puntos, el nivel del acuífero ha experimentado un ascenso de entre medio metro y dos metros, dependiendo de la localización. Por otro lado, aunque la salinidad ha comenzado a recuperarse ligeramente, todavía permanece por debajo de los niveles habituales. En cuanto al oxígeno, ha habido descensos en determinadas zonas del Mar Menor, mientras que la turbidez comienza a disminuir, siendo ya menor en áreas como La Manga.

La evolución de estos parámetros será clave para determinar si el ecosistema logra estabilizarse o si, por el contrario, se encamina hacia un nuevo episodio de colapso ambiental.