Cormoranes moñudos
Los paíños europeos adultos llegan a hacer viajes de 1.500 kilómetros para alimentarse
Los ejemplares adultos procedentes de islotes del Cabo Peñas y la costa de Llanes viajan directamente hasta el borde de la plataforma continental ibérica y francesa para alimentarse
Un proyecto de investigación en el que participa la Universidad de Oviedo ha permitido localizar con precisión las zonas de alimentación y desplazamiento de varias colonias de paíño europeo y cormorán moñudo en la Cornisa Cantábrica. El estudio, denominado CORMIÑOS y centrado en la 'Propuesta de ampliación y medidas de gestión en las actuales y futuras ZEPA marinas del Cantábrico', ha supuesto un avance notable en el conocimiento del estado de conservación de estas áreas protegidas.
El proyecto contribuirá además a orientar nuevas estrategias de gestión y a apoyar la creación de futuras Zonas de Especial Protección para las Aves en el marco de la Red Natura 2000, la red europea dedicada a garantizar la conservación a largo plazo de especies y hábitats relevantes.
Los resultados más importantes se presentarán este miércoles en el Museo Marítimo de Luanco, en una jornada dirigida tanto al sector pesquero como al público general interesado.
Desarrollado entre 2022 y 2025 por la consultora CORY’S y financiado por la Fundación Biodiversidad, CORMIÑOS ha contado con la colaboración del investigador David Álvarez, del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo. El equipo ha estudiado diversas colonias reproductoras de paíño europeo (Hydrobates pelagicus) y cormorán moñudo (Gulosus aristotelis), especies que motivaron la designación de las ZEPAs marinas del Cantábrico.
Los seguimientos realizados a paíños equipados con GPS han revelado patrones de movimiento sorprendentes. Los ejemplares adultos procedentes de islotes del Cabo Peñas y la costa de Llanes viajan directamente hasta el borde de la plataforma continental ibérica y francesa para alimentarse. Estos desplazamientos, que duran entre uno y seis días, pueden llevarlos a casi 400 kilómetros del nido, acumulando en algunos casos más de 1.500 kilómetros recorridos. Machos y hembras alternan estas travesías con periodos continuados de incubación en sus nidos, donde cuidan un único huevo.
Los datos muestran una clara diferencia entre la actividad diurna y nocturna: durante el día, los paíños permanecen mar adentro, en una distribución muy pelágica, mientras que por la noche regresan a las colonias o recorren la costa asturiana en ambas direcciones, incluso adentrándose en rías. Este contraste revela un escenario nocturno muy dinámico en la plataforma ibérica.
El equipo también ha advertido de la posible coincidencia entre estas áreas de alimentación y las zonas designadas en el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) para el futuro despliegue de parques eólicos marinos.
En cuanto al cormorán moñudo, entre 2023 y 2025 se marcaron 22 ejemplares –19 juveniles y 3 adultos– con dispositivos GPS-GSM. Esta especie, catalogada como «vulnerable» en España, enfrenta amenazas como capturas accidentales, sobrepesca de sus presas o molestias en las colonias. Los jóvenes muestran una dispersión que puede alcanzar cientos de kilómetros, aunque tienden a permanecer en la zona elegida. Los adultos, en cambio, se mantienen todo el año cerca de sus colonias, con áreas de campeo reducidas.
El proyecto confirma que los cormoranes pescan mayoritariamente cerca de la costa y no en completa oscuridad. Con esta información, los investigadores proponen radios de protección alrededor de las colonias: cinco kilómetros permitirían resguardar al 95 % de la población, mientras que un radio de 1,5 kilómetros protegería aproximadamente al 75 %.