Proyecto de reintroducción del esturión
El esturión regresa al río Ebro medio siglo después de su desaparición
Los ejemplares liberados están especialmente monitorizados, y cada uno porta una marca externa, un microchip y un emisor de ultrasonidos
Medio siglo después de su desaparición, el esturión vuelve a nadar en las aguas del río Ebro. La reciente liberación de 43 ejemplares juveniles en la Playa de Tivenys, en el tramo bajo del río, supone un nuevo paso en el ambicioso proyecto de reintroducción de esta especie emblemática, extinguida en estado silvestre en España desde finales del siglo XX. Se trata de la tercera suelta experimental dentro de una iniciativa científica y administrativa de largo recorrido cuyo objetivo es evaluar si el esturión puede volver a formar parte del ecosistema fluvial del Ebro.
Los ejemplares liberados están especialmente monitorizados. Cada uno porta una marca externa, un microchip y un emisor de ultrasonidos que permitirá realizar un seguimiento detallado durante al menos seis meses. Este control servirá para analizar su adaptación al medio, sus movimientos –tanto río arriba como hacia el mar– y sus tasas de supervivencia. El seguimiento científico lo llevan a cabo especialistas del Centre d’Estudis dels Rius Mediterranis (CERM), que recopilarán datos clave para valorar la viabilidad futura del proyecto.
Antes de su suelta, los esturiones pasaron por un cuidadoso proceso de aclimatación. Proceden del centro experimental de Saint Seurin-sur-l’Isle, en la región francesa de Nueva Aquitania, una de las pocas zonas de Europa donde existen poblaciones relativamente estables de esta especie. Tras su llegada al delta del Ebro a principios de noviembre, permanecieron varias semanas en el centro de acuicultura del IRTA en la Rápita, adaptándose progresivamente a las condiciones del río.
Las experiencias previas ofrecen resultados alentadores. En la primera suelta, realizada en diciembre de 2023 con 44 juveniles, dos tercios de los ejemplares se desplazaron al mar, mientras que el resto permaneció en el río durante varias semanas. En la segunda, en diciembre de 2024, más de la mitad también alcanzó el medio marino, pero una parte significativa regresó posteriormente al estuario, donde permaneció durante meses. Estos comportamientos sugieren que el Ebro podría volver a ser un hábitat funcional para la especie.
Esturiones
Históricamente, el esturión fue común en numerosos ríos de la Península Ibérica, incluido el Ebro, donde se reproducía de forma natural. Sin embargo, la construcción de infraestructuras hidráulicas, como el azud de Cherta-Tivenys, junto con la sobrepesca y la degradación del hábitat, provocaron su progresivo declive hasta su desaparición alrededor de 1970. Hoy, el esturión está catalogado como especie críticamente amenazada a escala global.
Este proyecto de reintroducción se apoya en la colaboración entre centros de investigación, administraciones autonómicas y organismos internacionales, especialmente franceses, y se enmarca en los esfuerzos por restaurar especies desaparecidas del medio natural español. Más allá de la recuperación de un pez histórico, el regreso del esturión al Ebro simboliza la posibilidad de revertir, al menos en parte, el impacto humano sobre los grandes ríos y de recuperar su biodiversidad perdida.