
Las reglas del juego europeo ponen en serios apuros a las grandes tecnológicas
La soberanía digital y la misión casi imposible de proteger los datos en Europa
La regulación más evolucionada del mundo pone a prueba a Microsoft, Google o Apple para que los datos de sus usuarios no salgan del continente
La soberanía digital se ha convertido en uno de los conceptos más importante del debate tecnológico europeo. Frente al dominio de grandes plataformas extranjeras, la Unión Europea ha endurecido su marco normativo con el objetivo de garantizar que los datos de sus ciudadanos y empresas se almacenen, procesen y gestionen bajo estrictos estándares de seguridad, privacidad y control local. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), la reciente Directiva de Seguridad de Redes y Sistemas de Información 2 (NIS2) o el futuro EU AI Act conforman un ecosistema legislativo que obliga a las grandes tecnológicas a adaptarse o quedarse fuera de juego. Y entre esas tecnológicas, tres gigantes como Microsoft, Apple y Google han desplegado estrategias diferentes, pero convergentes, para alinearse con las exigencias europeas y seguir siendo competitivas en el Viejo Continente.
Microsoft: infraestructura local y control total del dato
Microsoft ha hecho de la soberanía digital uno de los ejes de su actividad en Europa, especialmente a través de su división en la nube. En 2022 lanzó su iniciativa EU Data Boundary, que garantiza que todos los datos personales generados por usuarios europeos, incluidos registros automatizados y logs, se almacenen y procesen exclusivamente dentro del territorio de la UE. Esta medida se aplica a sus principales servicios: Microsoft 365, Azure, Dynamics 365 y Power Platform.
Microsoft ha hecho de la soberanía digital uno de los ejes de su actividad en Europa
A esta línea se suma Microsoft Cloud for Sovereignty, una propuesta diseñada específicamente para administraciones públicas y sectores regulados que necesitan mantener el control sobre sus datos. Esta solución permite configurar entornos cloud con almacenamiento localizado, herramientas de cifrado avanzadas y funcionalidades específicas para cumplir con las normativas europeas.
El despliegue de centros de datos en territorio europeo ha sido clave. En España, la compañía ya cuenta con la región Spain Central, certificada por el Esquema Nacional de Seguridad en su nivel alto. Estos centros operan con energía 100 % renovable y permiten cumplir tanto con las exigencias de seguridad como con las metas de sostenibilidad.La nube debe ser la base del futuro sector público digitalDirectora de Sector Público y Salud de Microsoft España
Natalia Escobedo, directora de Sector Público y Salud de Microsoft España, lo resume así: «La nube debe ser la base del futuro sector público digital. Si queremos una infraestructura moderna, segura y eficiente, el control del dato es esencial».
Apple: privacidad en el diseño
El enfoque de Apple respecto a la soberanía digital difiere en la forma, pero comparte el mismo objetivo: garantizar que el usuario tenga control absoluto sobre su información. En lugar de construir infraestructuras cloud soberanas, Apple apuesta por reducir al mínimo el tratamiento de datos en la nube, trasladando el procesamiento directamente al dispositivo.
Así, funcionalidades como el reconocimiento facial, los datos de salud o las sugerencias de teclado se procesan en el iPhone o el iPad, sin salir nunca del aparato. Además, servicios como iMessage o FaceTime están cifrados de extremo a extremo, lo que impide incluso a la propia Apple acceder al contenido.
Apple apuesta por reducir al mínimo el tratamiento de datos en la nube, trasladando el procesamiento al dispositivo
En términos de cumplimiento regulatorio, Apple ha adaptado sus servicios al GDPR y ofrece a los usuarios europeos acceso completo a los datos que almacena, así como herramientas avanzadas para controlar permisos, aplicaciones y rastreo publicitario. Su sistema App Tracking Transparency ha sido especialmente celebrado por los reguladores europeos como un ejemplo de buena práctica en privacidad.
Google: alianzas europeas y control modular
Google, por su parte, ha tenido un recorrido más accidentado en su relación con las autoridades europeas. Multas por vulneraciones del GDPR o cuestionamientos sobre el uso de datos para fines comerciales marcaron sus primeros pasos en la región. Sin embargo, en los últimos años, la compañía ha virado hacia una política de mayor alineación con las normativas locales.
Su iniciativa Cloud. On Europe’s Terms es el eje de esa estrategia. Google permite a los clientes europeos elegir dónde se almacenan y procesan sus datos, y ha introducido herramientas como External Key Manager, que permite a los clientes gestionar sus claves de cifrado sin que Google tenga acceso a ellas.
Google ha tenido un recorrido más accidentado en su relación con las autoridades europeas
Uno de los pilares de su estrategia es la colaboración con empresas locales para desarrollar soluciones soberanas y certificadas. En Alemania, trabaja junto a T-Systems (Deutsche Telekom) para ofrecer una nube 100 % operada en territorio nacional; en Francia, lo hace con Thales a través del proyecto S3NS, ajustado a los requisitos del gobierno galo.
Además, Google ha reforzado su infraestructura europea con centros de datos en países como Países Bajos, Bélgica, Dinamarca o Finlandia.
Diversidad de caminos
A pesar de sus diferencias estratégicas, Microsoft, Apple y Google comparten un denominador común: han comprendido que en Europa ya no basta con ofrecer servicios potentes o innovadores; es imprescindible ofrecer confianza, transparencia y control del dato. Mientras Microsoft apuesta por el desarrollo de una nube soberana de gran escala, Apple refuerza su enfoque de privacidad integrada, y Google recurre a un modelo híbrido basado en alianzas con actores locales.
El mensaje desde Bruselas es claro: la soberanía digital no es una opción, sino un requisito. Y las grandes tecnológicas, conscientes de ello, están adaptando sus modelos para no quedar fuera de un mercado que, además de exigente, sigue siendo uno de los más rentables y estratégicos del mundo.