
Espigas de trigo en el campo
Callejón sin salida en el granero de España: el cereal ucraniano y las plagas cercan la cosecha
Los productores consideran que un cúmulo de circunstancias y la respuesta de la Unión Europea hace incompatible la continuidad de su actividad
Los problemas para los cerealistas de Castilla y León, región referencia de este cultivo en España, se acumulan.
La sequía, eterna protagonista en las explotaciones, ha abandonado la lista de preocupaciones para esta campaña; sin embargo, la entrada masiva de cereal ucraniano y las consecuencias del convulso escenario geopolítico tensionan cada vez más a los agricultores, que acaban de sumar un nuevo integrante a su lista de preocupaciones: la detección de plagas.
El Observatorio de Plagas de Enfermedades del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ha alertado del vuelo de adultos de tronchaespigas (Calamobius, Céfidos y Oscinella) en parcelas de cereal, así como de presencia de trips en parcelas de trigo.
El conocido popularmente como tronchaespigas es un insecto que ataca los tallos del trigo a una altura cercana al suelo en la época de maduración del cereal y lo destruye. La advertencia también señala al trips, un pequeño insecto que afecta a las espigas de trigo, triticale y centeno. Aunque en ocasiones pueden afectar también a la cebada y otros cereales
«Nunca hemos tenido tantos problemas como ahora», apuntaba recientemente en conversación con El Debate Donaciano Dujo, presidente de Asaja Castilla y León, que incidía en que desde la invasión de Rusia a Ucrania las masivas importaciones que está haciendo España del cereal ucraniano libres de aranceles tiran a la baja el precio de la producción nacional.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha recomendado intensificar la vigilancia sobre las parcelas y ha añadido una incidencia fúngica entre sus notificaciones. «Se informa que ha comenzado a detectarse presencia de roya amarilla en parcelas de trigo y se recuerda que, dada su capacidad de dispersión, es recomendable el tratamiento ante la aparición de los primeros síntomas», indican las autoridades de la región conocida con el sobrenombre del granero de España.
La principal queja de los cerealistas alude a que un cúmulo de circunstancias y la respuesta de la Unión Europea provoca un efecto incompatible con la continuidad de su actividad, ya que los costes aumentan y el precio de su trabajo baja.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el país con capital en Kiev ha triplicado sus ventas de cereal a España. Los productores nacionales insisten que la avalancha de cereal ucraniano libre de arancel condena sus producciones, cuyo precio fijo aumentará con la última medida de reprimenda a Rusia.
Para levantar su productividad, los agricultores recurren 0 —dentro de los límites establecidos— a un mayor uso de fertilizantes. Rusia y Bielorrusia aparecen como dos de los vendedores recurrentes de fertilizantes para Europa, pero la Comisión ha presentado una propuesta para penalizar a estos rivales de la UE.
Según las previsiones de Asaja, la sanción a los fertilizantes rusos y bielorrusos aumentará entre 40 y 50 euros por tonelada el coste para los agrarios.
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos insta a aplicar cláusulas de salvaguarda a las importaciones de trigo blando y cebada de Ucrania. «Los precios de los cereales se han mantenido en permanente depresión en las últimas campañas. «El precio medio del trigo y la cebada en lo que vamos de 2025, está del orden un 35 % por debajo del precio medio de 2022», lamentan desde la organización.
La caída de la cotización del cereal y el encarecimiento de los fertilizantes que se presume sumará una inversión extra en tratamientos para esquivar las plagas detectadas. «Tenemos exceso de oferta de grano ucraniano, bajos precios, costes elevados y aranceles a factores de producción importantes como fertilizantes» aseveran en Unión de Uniones, que exigen una reacción al Ministerio ante «una situación extrema».