¿Quién me ha robado el mes de abril?
Es momento de empezar, poco a poco, con la doma de los nuevos cachorros que incorporaremos a la rehala. Siempre desde el juego y la lección ganada
Cachorro en la hierba
Me acabo de percatar de que abril ya se ha ido... Nos hemos ventilado el primer cuatrimestre del año, lo que significa que ya hemos consumido dos meses de veda y que nos queda menos de medio año para que empiece la temporada 2025-26.
Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril? Quizás tantos días de aguacero y frío me hayan dejado varado en el invierno. Todos los refranes trabajan, dice mi amigo Antonio, el último pastor del Monte del Pilar, y este año aquello de que «en abril, aguas mil» se ha cumplido a rajatabla. Llevábamos años pidiendo agua en tiempo, cantidad y forma, y nuestras plegarias han sido escuchadas. Menuda primavera por cielo, tierra y mar se espera.
Abril y mayo son sinónimos de primavera. También en la rehala…
Este borrascoso mes nos ha puesto las cosas difíciles. No hemos podido dar a los perros todas las horas de patio y sol que nos hubiese gustado. Nos hemos ceñido, prácticamente, a ponernos como sopas para aprovechar las ventanas entre tormentas. Esas claras son limpias y gustosas, pero suelen ser efímeras. Los perros adoran tomar el sol. Su sistema de termorregulación es menos eficiente que el nuestro, y esa exposición a la luz solar les ayuda a controlar su temperatura corporal. Además, mejora su salud por la producción de vitamina D, clave para la absorción de calcio. Estas horas de sol en el corral son esenciales para los cachorros en desarrollo.
Como siempre, hay que poner el foco en la alimentación, que ajustaremos a esta época del año, a las más amables temperaturas y a la menor actividad. Aportaremos un buen alimento que proporcione las cantidades adecuadas de calcio, vitaminas y proteínas, con menor porcentaje de grasa para así evitar engordes excesivos. Dieta y sol son nuestros grandes aliados para el mantenimiento y crecimiento de nuestros perros durante estos meses.
Trabajos de fumigación en la perrera
Alimentación rica en proteínas, y agua limpia y abundante, lo que fomenta la producción de leche
Con toda probabilidad habrá ya alguna camada. Toca poner especial atención y cariño en el cuidado de las madres y sus cachorros. Aún vendrán días de frío, por lo que una cama seca y limpia será algo a tener en cuenta. Las desparasitaciones y vacunaciones son clave para la supervivencia de las camadas y la correcta inmunización de los cachorros. Las madres deberán estar fuertes y a todo capricho. Alimentación rica en proteínas, y agua limpia y abundante, lo que fomenta la producción de leche. Siempre bajo consejo veterinario, es buena idea aportar suplementación, como complejos vitamínicos o calcio.
Si hay cachorros de principios de año, es momento de regularizar su situación. A los tres meses debemos poner el chip, vacunar de rabia y hacer todo aquello que nos exija la ley de la Autonomía en la que nos encontremos.
Nacimientos y altas nos llevan al siempre presente Libro de Registro. Toca hacer las pertinentes anotaciones y llevarlo al día. El orden es una virtud. La información ahí recogida nos ayudará en el futuro y, sobre todo, en caso de inspección.
Es momento de empezar, poco a poco, con la doma de los nuevos cachorros que incorporaremos a la rehala. Siempre desde el juego y la lección ganada. Si tenemos oportunidad de sacarlos a pasear por algún sitio cerrado, será importante para que se vayan aquerenciando a nosotros, que sepan seguirnos, y aprendan a reconocer nuestro rastro, voz y silbido. Esos paseos terminarán con su pertinente chuche como premio. Estos pequeños actos van creando un vínculo que facilitará mucho su adiestramiento a la vez que nos van dando pistas sobre cómo es cada uno, y qué guardan dentro. Querencia, inteligencia, afición, olfato… Además, es muy divertido y un privilegio pasar tiempo en el campo solos con nuestros cachorros, conociéndolos.
Cuando la temperatura suba y caliente un poco la tierra, todo estallará en mil distintos tonos de verde. Con este florido espectáculo, vienen las plagas. La prevención es el mejor control y si empezamos ya, evitaremos que se nos instalen parásitos, luego difíciles de erradicar.
Una buena primera acción es desparasitar con algunas de las muchas soluciones que hay en el mercado y que evitan que se conviertan en atractivos objetivos para garrapatas y pulgas. También es recomendable seguir con el desbroce del patio y de los alrededores de las perreras para controlar la hierba que tanto bicho guarda. Será aconsejable tapar agujeros y pintar paredes y techos, y pulverizar y rociar regularmente insecticidas en todas las instalaciones. Hay múltiples productos plaguicidas compatibles con cánidos que frenan a las molestas garrapatas, piojos, ácaros y moscas. No olvidemos cumplir con los prospectos y el número de baños aconsejado, por supuesto. Los perros son más alérgicos y delicados de piel de lo que nos creemos.
Pronto veremos perdigones. Los rayones van perdiendo sus rayas. Paren las corzas… Todo sigue y nuestros perros no son una excepción. Cuidemos con ahínco la situación fitosanitaria de la perrera y aprovechemos el buen tiempo que llega. Mantengamos a los perros limpios y cómodos, y cuidemos, con especial atención, de las camadas que van llegando. Qué ilusión, ¿no? ¿O es que la sangre se me altera?
Diego Gómez-Arroyo Oriol es perrero