
Deforestación del Amazonas en una zona de plantaciones de soja
La UE alerta de que el mayor proveedor de arroz para España está en riesgo alto de deforestación
el mayor proveedor de arroz para España es uno de los cuatro integrantes de la lista negra de la Comisión Europea por alto riesgo de deforestación, un proceso de degradación del suelo que se produce —entre otros factores— por el uso excesivo de productos químicos.
Esta alerta que llega desde Bruselas apunta a Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte y Birmania, y airea aún más las quejas de los arroceros valencianos, que han denunciado esta misma semana en El Debate que una empresa participada por el Gobierno hace pasar como español 6.000 toneladas de arroz birmano.
«Los países identificados en la categoría de alto riesgo en esta primera lista de referencia están sujetos a sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU o del Consejo de la Unión Europea (UE) sobre la importación o exportación de las materias primas y productos pertinentes», ha señalado la Comisión Europea en un comunicado.
El objetivo de la legislación es evitar que ciertas materias primas y productos derivados consumidos en la UE generen deforestación, ya que la institución apunta que entre 1990 y 2020 se destruyó globalmente una superficie de masa forestal mayor que la de la UE, «y cerca del 10 % es atribuible al consumo europeo».La normativa afecta al ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, la madera y el caucho, incluidos derivados como cuero, chocolate o muebles, por lo que el arroz quedaría fuera de este control, lo que alimenta aún más las dudas de los agrarios, que insisten desde hace años en la desigualdad para competir con los arroceros de terceros países.
En 2024, España importó algo más de 109 millones de kilos de arroz de Birmania. En ese mismo período, los productores achacaron pérdidas muy importantes en la cosecha debido a la falta de recursos para combatir la Pyricularia oryzae, un hongo que destroza el arroz y que es especialmente dañino en la variedad bomba.
Los arroceros claman por el uso de Triciclazol, el fitosanitario utilizado tradicionalmente para acabar con este problema que lastra la productividad de sus campos; sin embargo, la UE únicamente permite emplear dos fungicidas para los que el hongo ya se ha hecho resistente y que ya no tienen el efecto de antes, por lo que el mal no desaparece y los costes fijos van en aumento.
Los productores españoles de arroz condenan la hipocresía del Ejecutivo, ya que pese a transmitir en su discurso su interés por la soberanía y la seguridad alimentaria, Herba Ricemill, una filial del Grupo Ebro Foods, cuya titularidad pertenece al 10 % al Gobierno de España a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), ha introducido recientemente 6.000 toneladas de arroz de Birmania que posteriormente 'se hace pasar como español' en los lineales.
Según denuncia la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos en la Comunidad Valenciana, el destinatario del cargamento cuenta con marcas reconocibles para el consumidor español como La Fallera, SOS, Brillante o La Cigala; y a diferencia de otras marcas, los paquetes no especifican la procedencia de la materia prima y se limita a identificar el lugar donde se ha procesado y envasado.
El arroz requiere una transformación para comercializarse. Al ser un producto transformado, la ley no obliga a poner el origen del arroz, solo el lugar en el que se ha envasado. Las compañías que sí utilizan arroz de España sí destacan el origen del arroz. Aquellas que recurren a arroces más baratos y que no han sido producidos bajo los estándares de calidad europeos se limitan a indicar dónde ha sido envasado.
La normativa de deforestación se aplica también en el mercado comunitario, pero todos los estados miembros de la UE aparecen catalogados como de «bajo riesgo» en la lista distribuida de la Comisión Europea. La ley comenzará a aplicarse de forma escalonada: las grandes empresas deberán cumplirla a partir del 30 de diciembre de 2025, y las pequeñas, desde el 30 de junio de 2026.