Un cazador en una batida de jabalí
Los cazadores acusan a los científicos de querer convertir la prohibición del plomo en una batalla ideológica
La Real Federación Española de Caza apoya la postura del Ministerio de aplazar la sustitución del material que exista una alternativa
Los cazadores han replicado a la carta de científicos de instituciones como el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) o el IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) en la que urgen a prohibir el uso del plomo como munición.
La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha señalado «el profundo desconocimiento del sector cinegético» de las instituciones que han elevado una misiva al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la que afirman que existen alternativas seguras y efectivas al plomo.
«La realidad es que no existen estudios que sopesen el efecto de su prohibición en el contexto socioeconómico y ambiental de España, en particular, en lo relativo a la seguridad para el usuario, la compatibilidad con el parque de armas existente, la eficacia en la caza, la viabilidad económica en el escenario de caza de gestión, o la disponibilidad del recurso alternativo en la fabricación de munición a corto y largo plazo», indica la RFEC, que aboga por la moratoria de la prohibición del uso de munición de plomo hasta que exista una alternativa satisfactoria en toda su dimensión: económica, social y balística.
«La transición hacia una caza sin plomo requerirá de escuchar, aunar y convencer a todos los sectores y agentes implicados. Convertirlo en una urgencia, o en una batalla ideológica a través de manifiestos valorativos y poco fundados sólo conseguirá enfrentar a los colectivos interesados y dificultar la aplicación, y resulta desafortunado que dichos posicionamientos procedan de entidades científicas a las que se les presupone como principal valor y utilidad su objetividad», reprocha la Federación, que carga contra el desconocimiento de los firmantes para tratar el tema.
Los suscribientes de la carta muestran sus dudas sobre la capacidad de las administraciones públicas para diferenciar las acciones de control poblacional de las acciones de caza deportiva. «Parecen desconocer que, hoy, la caza ha dejado de ser exclusivamente un acto libre de desarrollo lúdico, tradicional o deportivo para convertirse principalmente en una herramienta de gestión, indispensable para hacer frente a realidades como el incremento de los daños agrícolas causados por la fauna silvestre, o el aumento de los accidentes de tráfico causados por la fauna cinegética», indican los cazadores, que entienden que la erradicación del uso del plomo es un objetivo de interés común que no puede anteponerse a cuestiones de salud pública y de seguridad ciudadana como el incremento de accidentes de tráfico o los daños a la agricultura producidos por especies cinegéticas, así como amenazas potenciales como la posible irrupción de epizootias zoonóticas.