Sanciones a cazadores y a conductores
Prefiero centrarme en un breve ejemplo que creo fácilmente comprensible, como es la comparación de sanciones entre las sanciones de Tráfico y las de Caza
Cazador junto a su perro
Cada vez que algún político regional habla sobre caza (es competencia exclusiva de las CCAA) me suscita un efecto contrario a ellos. Cuando sólo quieren chupar votos, la alaban como si no hubiera un mañana. Pero fuera de ahí, cuando ya no hay que poner el cesto de los votos, sus actuaciones son sólo para atacarla o para ponerse de perfil en su defensa. Lo digo así de claro y no dejo fuera a ninguna formación política gobernante o cogobernante.
Razones para ese sentimiento hay muchas, pero se resumen en que cazadores (también pescadores) somos siempre un elemento de canje para dar gustito a los muy minoritarios urbanitas anti caza (al menos en las CCAA donde de verdad hay caza). Puedo poner mil ejemplos, pero esta vez prefiero centrarme en un breve ejemplo que creo fácilmente comprensible, como es la comparación de sanciones entre las sanciones de Tráfico y las de Caza.
En la Ley de Tráfico y Seguridad Vial se establece una horquilla general de sanciones que va desde los hasta 100 euros por infracciones leves, pasa por los hasta 200 para graves y llega a los 500 para las muy graves. Hay excepciones por alcoholemia o velocidad muy excesiva, pero esa es la generalidad.
Si vemos las horquillas de tres regiones similares y políticamente diferentes como son Extremadura y las dos Castillas, éstas van de la siguiente forma:
Extremadura
- Infracciones leves: multa de 50 euros a 250 euros.
- fracciones graves: multa de 251 euros a 2.500 euros.
- Infracciones muy graves: multa de 2.501 euros a 50.000,00 euros.
Castilla la Mancha
(ley modificada en 2018):
- Infracciones leves: multa de 100 a 600 euros
- Infracciones graves: multa de 601 a 6.000 euros
- Infracciones muy graves: multa de 6.001 a 60.000 euros.
Castilla y León
- Infracciones leves: multa de 200,00 euros a 2.000,00 euros.
- fracciones graves: multa de 2.000,01 euros a 10.000,00 euros.
- Infracciones muy graves: multa 10.000,01 euros a 100.000,00 euros.
Por supuesto, en todos los casos las sanciones vienen acompañadas de la pérdida de la licencia de caza de uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco años, según que la infracción sea leve, grave o muy grave.
No veo yo que en Tráfico te quiten el carnet a la más mínima infracción. Tampoco veo que la caza suponga un potencial peligro para los intereses públicos, siquiera similares a lo que implica la conducción, que pueda justificar tal desproporcionada diferencia sancionadora. Veamos un ejemplo que es muy, muy similar en hechos: por no llevar ropa reflectante en la caza, la sanción mínima es de 6.000 euros en Castilla-La Mancha. Lo mismo en Tráfico son 200 para conductores de vehículos y hasta 100 para ciclistas.
No admito a ningún político con competencia en Caza que me diga que la apoya
Ante esta evidencia, no admito a ningún político con competencia en Caza que me diga que la apoya. A todos les viene muy bien porque esta afición conlleva una parte importante de la economía rural, pero ¿apoyarla? Cada vez es más difícil obtener la licencia de caza para nuevos practicantes, que les someten a exámenes de contenidos absurdos. Cada vez es más difícil la gestión de los cotos por las limitaciones impuestas. Cada vez los calendarios de caza son más cortos. Cada vez más cupos inventados y sin otra justificación del «me da la gana»…
Es más, si se fijan en las fechas de las normas citadas, verán que entre ellos se copian cuando legislan y parece que compiten como elementales bípedos al «y yo más»: si mi vecino sanciona con X, yo con 3X; que así demuestro que soy más woke. Y es que la enfermedad del odio también parece contagiarse.
Eso sí, a algunos se les llena la boca con la «condonación» parcial del coste de las licencias de caza, que en realidad lo que llaman «licencia» no es tal y sí es un simple e ilegal tributo. Muchas gracias por perdonarnos lo que ibais a robarnos, señores políticos.
No obstante, los políticos conocen su oficio y se rodean de círculos privados que dicen representar a todos los cazadores y que, a cambio de su aplauso, reciben prebendas económicas y materiales para cazar de gorra o más barato, ya sea en forma de impuestos reducidos sobre los cotos o en cesiones directas de propiedades públicas para cazar gratis. O cursos por aquí y cursos para allá. O proyectos de investigación (perdonen que me carcajee) por allá.
Seamos realistas; para los políticos de cualquier signo, a día de hoy, somos un mero instrumento de recaudación y una realidad que no pueden negar porque todavía somos insustituibles. No les creamos y neguémonos a su compañía en público más allá de la pura y dura negociación. No les demos la más mínima cancha, ni a ellos, ni a los que dicen representarnos y callan frente a estos desmanes porque obtienen beneficios. Yo reivindico, como punto de comparación para nuestras sanciones, la conducción, que provoca muchísimas más muertes y daños materiales que la caza cada año ¿Qué dicen «otros»?
Antonio Conde Bajén es miembro del Real Club de Monteros