Varias vacas en una explotación ganadera en Menasalbas, Toledo, Castilla La Mancha, (España).
Mercosur impedirá que Bruselas cumpla su promesa de salvaguardas para convencer a los agricultores europeos
El bloque de Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) ha evidenciado su disconformidad con las promesas de la Unión Europea (UE) para convencer a los agricultores y ganaderos del viejo continente de las bonanzas del trato de libre comercio ratificado la primera semana de septiembre.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los miembros de Mercosur han reafirmado su interés en poner en marcha la alianza; sin embargo, han dado un portazo al anuncio promulgado por la Comisión Europea sobre la activación de cláusulas de salvaguarda para frenar las transacciones en caso de que se produzca un incremento del 10 % de las importaciones o hundimiento del 10 % en los precios europeos en origen de sectores sensibles, como la carne de vacuno y las aves de corral.
Los representantes de Mercosur comunicaron que «la adopción de cualquier reglamento sobre salvaguardas por las partes debe estar en plena conformidad con lo pactado en el acuerdo, así como con las normas multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
Los integrantes de Mercosur añadieron que se reservan el derecho de adoptar medidas de implementación de las salvaguardas previstas en el acuerdo.
«La Comisión Europea quiere imponer unas salvaguardas de forma unilateral porque no están en el acuerdo y ya no se pueden introducir. Si finalmente se hace, porque es una declaración de intenciones de Bruselas, los países de Mercosur pueden denunciar ante la OMC que se ha incumplido un acuerdo comercial.», apunta en conversación con El Debate José María Castilla, director de la oficina de Asaja en Bruselas.
La advertencia de Mercosur resta credibilidad a la argumentación que llega desde la capital belga para aplacar los reproches de los agrarios. La Comisión ha trasladado que se limitan las importaciones en un 1,5 % de la producción comunitaria de carne de vacuno y del 1,3 % para las aves de corral y el establecimiento de cláusulas de salvaguarda que entrarían en juego en caso de que se produzca un incremento del 10% de las importaciones o una caída del 10% en los precios europeos en origen.
«Esto evidencia una inseguridad jurídica auténtica para los agricultores españoles y europeos. Por parte de Mercosur nadie va a aceptar estas cláusulas de salvaguarda», indica Castilla, que considera que si la Comisión Europea trata de cumplir con su plan para proteger a sus productores puede entrar en conflicto con la OMC: «La conclusión es que los agricultores y ganaderos europeos no tienen seguridad jurídica y que los países de Mercosur protestan con razón», asevera el portavoz de Asaja, que ahonda en la incertidumbre con la que tienen que convivir el sector agrario.
Equiparar las condiciones de producción a ambos lados del océano atlántico y la existencia de cláusulas de salvaguarda son dos condiciones indispensables que ha reclamado el campo europeo durante las negociaciones, algo que queda en el aire con el pronunciamiento que llega desde Sudamérica.
El texto, que advierte a Bruselas de la problemática que surge si la UE aplica medidas no incluidas en el trato, subraya el interés para firmar el acuerdo final antes de diciembre, aunque en los términos previamente acordados.