Ganadería extensiva de vacuno en la provincia de Salamanca
Gran momento para vender vacas, difícil para hacerse ganadero
El pulso que trasladan los ganaderos de vacuno de carne es que disfrutan de uno de los mejores momentos que se recuerdan en la actividad.
Las dificultades sufridas en el campo durante el último lustro –marcado por sequías extremas, el encarecimiento disparado de los costes de producción por la guerra de Ucrania y los efectos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y la tuberculosis bovina– pertenecen al pasado y ahora se respira bonanza en las fincas.
Este viento a favor renueva las ilusiones de aquellos que hace bien poco se planteaban si merecía la pena seguir con la actividad, o sacrificaban ganado por la imposibilidad de afrontar la cuantía de los gastos.
La sensación es que mientras dure hay que aprovechar el momento de altos precios y demanda al alza, «por lo que pueda pasar, aunque esto ya no nos lo quita nadie»; sin embargo, a medida que se levanta la rentabilidad en las fincas se complica el acceso para los que apenas empiezan a poner sus esperanzas en la ganadería.
«Las vacas están carísimas. Si hay posibilidad de incorporarse continuando la actividad de un antecesor, con una cabaña más o menos formada y con una finca en condiciones, es el mejor momento», explica en conversación con El Debate Alfredo Berrocal, ganadero de bovino en la sierra de Madrid y presidente de Ugama (Unión de Agricultores Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid), que advierte de la complejidad para empezar desde cero: «Eso sí, si hay que encarar la compra de una ganadería, con los precios que hay para los animales, más el coste de tierra... es prácticamente imposible».
Berrocal subraya la práctica inviabilidad de acceder a una tierra. Según el Informe 2024 Cocampo sobre el precio de las fincas rústicas en España, en Castilla y León, la comunidad autónoma con mayor superficie de suelo rústico en España, el precio medio por hectárea de las fincas ganaderas, dedicadas a la cría y producción de productos derivados del ganado, es de 8.870; es decir, que solo para la tierra de explotación de 150 hectáreas el precio superaría los 1,3 millones de euros.
«Muchas veces voy a alguna finca para ver vacas para comprar y me preguntan: '¿Qué te parecen las vacas?'. Muchas veces mi respuesta es que las vacas son buenas, y que casi las puede conseguir cualquiera, pero lo que me gusta y es más complicado comprar es una finca», comenta Berrocal.
La escasez de cabezas de ganado y la acuciante demanda levanta su precio. Según datos de Eurostat, solo en 2024, la Unión Europea (UE) perdió 1 millón de vacas. La merma en el periodo 2021-2024 ascendió a 1.763.000 vacas. La cuenta de pérdidas para España fue de 121.000 bovinos totales, de los cuales 95.000 son vacas nodrizas y 19.000 de leche.
La tónica general de ascenso de precios complica los planes para engordar el censo en las explotaciones. Las vacas reproductoras, de 15 a 18 meses, cotizan por encima de los 3.000 euros, cuando hace cuatro años valían apenas 2.000 o 2.500 euros. Hace seis años, la mitad que en la actualidad.
«Una becerra, en cuanto pese 200 kilos, ya vale ahora mismo 1.200 euros. Y 200 kilos los pesa cualquier ternero que tenga un mínimo de compresión cárnica. Además, por menos de 5.000 euros es muy difícil comprar un semental en condiciones. Esto obstaculiza seriamente la entrada a nuevos ganaderos», asevera el presidente de Ugama.
La sensación en el campo es que ahora ven recompensado el esfuerzo de los últimos años, en los que miles de ganaderos tuvieron que dejar la actividad y se quedaron por el camino. «En algunos sectores se está generando cierta alarma por el precio del ganado, pero esto es lo que recogemos después de las políticas que hemos tenido. Se ha asfixiado a los ganaderos y se ha provocado un encarecimiento bestial de nuestra profesión por determinadas leyes que ha echado a muchos de la profesión. Han desaparecido muchas explotaciones y las que han resistido, que se han adaptado a tener el ganado justo para no tener gastos excesivos, ahora están saliendo recompensadas con los precios», señala Berrocal.
El valor del ganado paga los problemas y las complicaciones soportadas en las fincas recientemente: «Estos precios nos dan vida y, si no existieran todas las trabas burocráticas que hay y la incertidumbre que crea la UE con el recorte a la PAC y el pacto con Mercosur, creo que más gente se animaría», sostiene Berrocal, que subraya que con los precios actuales es viable obtener rentabilidad, incluso con el coste extra de un arrendamiento, aunque el panorama para convertirse en ganadero es intrincado: «Quizá salen las cuentas, pero tampoco hay fincas para que los jóvenes puedan alquilar con garantías de aquí a cinco años. Eso sí, para los que estamos en esto –y más con lo que hemos pasado– ahora da gusto dedicarse a esto», concluye el agrario.