España mantiene la venta de huevos camperos pese al brote de gripe aviar

Hace más de diez días, el Ministerio de Agricultura decretó el confinamiento obligatorio de todas las aves de corral criadas al aire libre en España. La medida busca frenar la propagación de la gripe aviar, coincidiendo con el periodo migratorio de aves procedentes del norte y centro de Europa, regiones en las que el virus tiene mayor presencia.

Hasta ahora, el último foco registrado en aves de corral se remonta al pasado 20 de octubre, manteniéndose en 14 el número total de brotes en el país, la mitad de ellos en Castilla y León.

A pesar de este aparente control, continúan apareciendo nuevos casos entre aves silvestres, un fenómeno impulsado por las rutas migratorias que atraviesan la Península. Solo este lunes se confirmaron dos nuevos contagios: uno en Ortigueira (Galicia), donde un mascato dio positivo en la enfermedad, y otro en Gijón, donde se halló una oca muerta en el Parque de Isabel La Católica, también infectada.

El desafío de mantener la calidad en plena crisis

En este contexto, los supermercados se enfrentan al reto de gestionar el impacto de una epidemia que ha obligado al sacrificio del 5 % del censo nacional de gallinas ponedoras, lo que equivale a unos 2,5 millones de aves.

Al mismo tiempo, deben garantizar el cumplimiento de sus compromisos en materia de bienestar animal y calidad, en un mercado donde el consumidor ha ido decantándose en los últimos años por huevos camperos y ecológicos frente a los procedentes de gallinas enjauladas.

Pese a las dificultades, desde el sector se transmite tranquilidad. Las fuentes consultadas insisten en que «los huevos camperos y ecológicos se siguen vendiendo en el mercado con total normalidad». No obstante, subrayan que debe tenerse presente «el shock de oferta que ha sufrido el sector, con el sacrificio del 5 % del censo. Ese censo pertenece a todos los tipos de cría».

La UE flexibiliza la comercialización de huevos camperos

La normativa europea ofrece, sin embargo, cierto alivio a las granjas afectadas. El Reglamento Delegado de la Unión Europea 2023/2465, aprobado el pasado 17 de agosto, permite a las explotaciones españolas seguir comercializando sus huevos como «camperos» a pesar del confinamiento forzoso de las aves.

Según recuerdan fuentes del sector, el Anexo II de dicho reglamento señala que «cuando se hayan impuesto restricciones temporales con arreglo a la legislación de la Unión, los huevos podrán comercializarse como 'camperos' a pesar de dicha restricción».

Mercadona, la principal cadena de supermercados del país, ha informado recientemente en su página web de un ajuste en la proporción de huevos procedentes de gallinas libres de jaula que ofrece a sus clientes. En dicha actualización, explicaban que «la situación es puntual» y garantizaba que «nuestro servicio de huevos frescos está garantizado».

Hasta un año para reponerse

Desde el propio Ministerio de Agricultura, su titular, Luis Planas, expresó este lunes su confianza en que el confinamiento pueda relajarse en cuestión de semanas, una vez que disminuya la actual ola de contagios. No obstante, hizo hincapié en la necesidad de mantener estrictas medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas para evitar nuevos brotes.

Aun así, tanto la Federación Española de Empresas del Sector de la Producción de Huevos (FEDEROVO) como la Asociación Española de Productores de Huevos (ASEPRHU) advierten que la recuperación del sector no será inmediata.

Según sus estimaciones, será necesario un periodo de entre seis meses y un año para que las granjas afectadas puedan reponerse, tanto desde el punto de vista económico como emocional.