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29 de abril de 2024

La Estación Espacial Internacional, en una imagen tomada en 2007

La Estación Espacial Internacional, en una imagen tomada en 2007RADIALPRESS

Rusia amenaza con la caída de la Estación Espacial Internacional sobre la Tierra si siguen las sanciones

Las sanciones afectan a acuerdos clave en materia de investigación

Desde la caída de la Unión Soviética, hace ya tres décadas, la colaboración en materia científica entre Rusia y el bloque occidental ha ido estrechándose con el paso de los años. Pero el conflicto de Ucrania amenaza con convertir la cooperación en un espejismo.
Hace unos días, la Unión Europea advertía de que no participaría en más proyectos de colaboración con entidades rusas en investigación e innovación y que aquellas colaboraciones en curso estaban siendo revisadas.
Mariya Gabriel, comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, destacaba el compromiso de la UE en «garantizar una participación continua y exitosa en Ucrania en los programas de investigación y formación de Horizon Europe y Euratom».
«Los científicos e investigadores ucranianos han sido participantes clave en nuestros programas marco de investigación e innovación de la UE durante 20 años y han demostrado excelencia y liderazgo en innovación. Hemos tomado medidas administrativas para garantizar que los beneficiarios ucranianos exitosos puedan recibir fondos de los programas de investigación e innovación de la UE», explicaba.
Europa dejaba clara así su intención de romper lazos con Rusia, pero queda la duda de qué pasará con las colaboraciones ya existentes, algunas de ellas clave para la investigación científica y con décadas de cooperación pacífica.
Precisamente, uno de los programas que se verá afectado por las sanciones es Horizonte Europa, el mayor proyecto de investigación e innovación de la UE y que contaba con una activa participación de Rusia.

La ISS depende de Rusia para mantener su órbita

Pero si hay un proyecto que preocupa ahora especialmente es el de la Estación Espacial Internacional. Esta instalación depende de Rusia para mantener su órbita, mientras que la conservación del sistema de electricidad y soporte vital corre a cuenta de los estadounidenses.
Después de que Joe Biden anunciara que las sanciones también afectarían a la industria aeroespacial rusa, el jefe de la Roscosmos, Dimitri Rogozin, se preguntaba en su Twitter «quién salvará a la ISS de una salida incontrolada de su órbita o de estrellarse contra Estados Unidos o Europa» si se bloqueaba la cooperación. Al parecer esto podría provocar el «amerizaje o el aterrizaje de la ISS, que pesa 500 toneladas» sobre la Tierra. De hecho, de los siete miembros de la tripulación, cuatro son estadounidenses, dos son rusos y otro es alemán. Así, las sanciones contra Rusia podrían provocar la caída de la Estación Espacial Internacional (ISS), afirmó el sábado Rogozin.
Otra que ha cortado lazos con Rusia ha sido la Organización Europea para la Investigación Nuclear –CERN, por sus siglas en inglés–. Esta institución ya anunciaba este martes que suspendía su colaboración con las instituciones científicas de la Federación Rusa al tiempo que le retiraba su estatus de observador.
«El CERN fue creado tras la Segunda Guerra Mundial para unir a las nacionales y a los pueblos en el desarrollo pacífico de la ciencia. Esta agresión rusa va contra todo lo que defiende la Organización», advertía.
Desde hace unos años el CERN y Rusia trabajaban juntas en el desarrollo de un acelerador de electrones y positrones en Siberia.

El ITER es de los pocos proyectos importantes que todavía no han roto lazos

El ITER, de momento, parece que continuará con Rusia. Un portavoz de este proyecto aseguró hace unas semanas que «las diferencias políticas entre sus miembros nunca han afectado al espíritu de colaboración», aunque reconocía la invasión de Rusia a Ucrania «no tiene precedentes».
Esta iniciativa, que comenzó en 2006, pretende construir un reactor experimental en plena Provenza francesa para producir plasma de fusión y tendrá un coste de 24.000 millones de euros.
Tampoco parece que ExoMars llegue a tiempo. Esta misión conjunta entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos pretendía explorar Marte y construir infraestructuras en 2022.
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