Diseño de la sonda Euclid
El telescopio espacial Euclid despega con éxito: qué podemos esperar de esta misión
La nueva joya de la Agencia Espacial Europea, desarrollada por la empresa estadounidense SpaceX, vuela para desentrañar los misterios del universo
Está considerada como la misión que descifrará los secretos del universo. Euclid, el telescopio espacial con participación española, que forma parte de los trabajos de la Agencia Espacial Europea (ESA), ya vuela hacia su destino tras despegar con éxito.
De esta nave se esperan grandes cosas. Se dice que será vital para desentrañar varios enigmas, entre ellos, la influencia del universo oscuro –el 95 % del total– sobre la materia que conocemos, es decir, de la que estamos hechos los seres vivos, así como los planetas y las estrellas conocidos y que solo constituyen un 5 % de todo el universo.
A las 11.12 horas (17.12 hora peninsular española) ha despegado con éxito desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos). Tardará un mes en llegar a su destino, un lugar denominado segundo punto de Lagrange (L2) del sistema Sol-Tierra, y que se encuentra a una distancia de 1,5 millones de kilómetros en la dirección opuesta al Sol.
Euclid, dotado con una altura de 4,7 metros y equipado con un telescopio de 1,2 metros de diámetro, tratará de escudriñar lo que se ha venido a llamar como universo oscuro y que tanto inquieta a los científicos, que aún se preguntan por sus grandes interrogantes.
La importancia de la misión
«Es una misión difícil de explicar porque trata de cosmología», comentaba en una entrevista reciente para El Debate Guillermo Buenadicha, ingeniero de operaciones.
«Lo que está buscando es entender las constantes cosmológicas: cómo es el universo que tenemos, cómo se expande, cómo crece y cómo está estructurada dentro de él la materia que existe», añadía.
Tardará un mes en llegar a su destino, un lugar denominado segundo punto de Lagrange (L2) a una distancia de 1,5 millones de kilómetros
El telescopio cartografiará un tercio del cielo para crear el mapa más extenso del universo que se haya hecho nunca, incluyendo un gran número de galaxias, por muy lejanas que resulten.
«La misión tomará imágenes de esos 15.000 grados cuadrados de cielo, algo que llevará unos seis años», añadía el experto.
Desentrañar el misterio
Euclid está participado por 14 países europeos de la ESA, además de Canadá, Japón y Estados Unidos.
Se cree que la energía oscura es tan diferente que produciría la expansión acelerada del universo contrarrestando la fuerza de la gravedad.
En un principio, se daba por válido que esta expansión fue producto del Big Bang con que se originó todo el universo; se aceptaba que en algún momento esa expansión acabaría frenada por el efecto contrario de la fuerza de la gravedad que liga entre sí la materia, pero no es así.
La comunidad científica defiende que existe algo que crearía crea cada vez más espacio entre las galaxias y esto es la energía oscura que produciría la expansión acelerada del universo. Se espera que Euclid ayude a desentrañarlo.
Una vez en órbita y en funcionamiento, la nave espacial utilizará dos antenas para enviar diariamente sus datos, la de Cebreros en Ávila y la de Malargüe en Argentina. Estos se procesarán en hasta nueve centros y finalmente se archivarán en la sede madrileña de la ESA.
Se cree que la energía oscura es tan diferente que produciría la expansión acelerada del universo contrarrestando la fuerza de la gravedad.
En un principio, se daba por válido que esta expansión fue producto del Big Bang con que se originó todo el universo; se aceptaba que en algún momento esa expansión acabaría frenada por el efecto contrario de la fuerza de la gravedad que liga entre sí la materia, pero no es así.
La comunidad científica defiende que existe algo que crearía crea cada vez más espacio entre las galaxias y esto es la energía oscura que produciría la expansión acelerada del universo. Se espera que Euclid ayude a desentrañarlo.
Una vez en órbita y en funcionamiento, la nave espacial utilizará dos antenas para enviar diariamente sus datos, la de Cebreros en Ávila y la de Malargüe en Argentina. Estos se procesarán en hasta nueve centros y finalmente se archivarán en la sede madrileña de la ESA.
Comentarios
