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13 de mayo de 2024

Guillermo Buenadicha (Misión Euclid): «El objetivo es obtener un mapa tridimensional del universo»

Guillermo Buenadicha, durante la entrevista

Entrevista

Guillermo Buenadicha (misión espacial Euclid): «El objetivo es obtener un mapa tridimensional del universo»

El telescopio, que será lanzado entre el 1 y el 2 de julio, cartografiará un tercio del cielo visible durante sus seis años mínimos de servicio

Tras más de una década de trabajo, el ingeniero de telecomunicaciones Guillermo Buenadicha asistirá el 1 de julio (con un segundo intento el 2, en caso de que la víspera no sea posible) al lanzamiento desde Cabo Cañaveral de la misión Euclid, que durante seis años estudiará la materia y la energía oscura para crear el que será el mayor mapa tridimensional del universo jamás cartografiado. Buenadicha, coordinador de Operaciones Científicas de la misión, atendió en abril a El Debate durante una visita a la ESAC, la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA) en España.
–¿Cómo explicaría Euclid de tal forma que pueda entenderla todo el mundo?
–Es una misión difícil de explicar porque trata de cosmología. Imaginémonos que el universo es un bizcocho que hemos metido a un horno y que lo que estamos viendo ahora es el bizcocho en su estado actual. Estamos metidos dentro del bizcocho, mirando hacia afuera y viendo un bizcocho que hemos hecho. Los bizcochos crecen y se desarrollan en función de si hemos echado mucha o poca levadura, de cuánta harina y cuántos huevos hay, de la temperatura del horno... Hay muchas variables que hacen que un bizcocho pueda acabar colapsando porque algo no salga bien. En el fondo, lo que va a intentar Euclid es entender el bizcocho cosmológico, del universo en el que estamos. Es una misión que lo que está buscando es entender las constantes cosmológicas: cómo es el universo que tenemos, cómo se expande, cómo crece y cómo está estructurada dentro de él la materia que existe.
–¿Durará seis años?
–Hacen falta seis años mínimo para que por lo menos se cumplan los objetivos de la misión. Lo que Euclid va a estar haciendo durante ese tiempo es un mapa del universo. Vamos a mirar un tercio del cielo que vemos por la noche o que podríamos ver porque el resto está, entre comillas, contaminado por la Vía Láctea y por otro tipo de cosas. La misión tomará imágenes de esos 15.000 grados cuadrados de cielo, algo que llevará mucho tiempo. Normalmente siempre se diseña con un poco de margen, por lo que se espera que dure algo más, pero como mínimo necesitamos seis años para cumplir ese requisito.
–Entonces, ¿lo que va a hacer la sonda es captar imagen, más que enviar datos?
–Envía datos, obviamente, pero la diferencia respecto a un observatorio astronómico normal es que hay gente que dice «yo quiero mirar a este sitio» y entonces se seleccionan objetos a los que mirar. Euclid no, Euclid ya desde el principio tiene definida una zona y va a ir haciendo fotos de ella continuamente, de forma que puedas rellenar todas las áreas como si se fuese pintando con cuadraditos un espacio en blanco grande hasta que lo consiga llenar por completo. El objetivo de esto se debe a que necesitamos ver mucho cielo para entender cómo está estructurada y repartida la materia, y cómo crece el universo.
–¿Qué esperáis conseguir?
Básicamente Euclid lo que necesita es hacer un catálogo grandísimo de galaxias, de más de 1.500 millones galaxias cartografiadas, es decir, caracterizadas en su forma, su color, su movimiento… Con todo esto, lo que busca Euclid es conseguir hacer un mapa tridimensional del universo.
Estamos buscando colocar, porque la estructura, la materia, no está colocada homogéneamente; está colocada, se cree, en forma de filamentos y demás… Nosotros estamos intentando ver esta estructura tridimensional, porque lo que buscamos al final son dos cosas esenciales, que es lo que se llama la materia oscura y la energía oscura. Y como dice su nombre, en ambos casos es oscuro, no lo vemos, no se puede ver como luz. La única forma que puedes hacer es inferirlo de cómo interactúa con el resto. Es una cosa curiosa: si tú miras la luz de una galaxia muy lejana, ésta pasa a través de materia oscura, y la materia oscura no emite, pero si la afecta gravitacionalmente. Entonces, las galaxias lejanas se distorsionan y crean lo que se llama lentes gravitacionales: se forman como pequeños aros que se van creando por todo el universo. Lo que estamos buscando es intentar ver lo que no se ve a través de cómo se ha distorsionado lo que se ve. Eso por un lado.

Lo que Euclid va a buscar es con este mapa tridimensional es poder entender cómo el universo está y cómo evoluciona

Por el otro lado, el universo se expande, es una cosa que se sabe ya, pero lo curioso es que se está expandiendo a una velocidad mayor de la esperada. En la analogía que ponía al principio del bizcocho, es como si hubiésemos echado más levadura de la necesaria. Yo hago la receta del bizcocho, pero se me va la mano con la levadura y de pronto empieza a crecer mucho más rápido de lo esperado. Eso es lo que se llama la energía oscura. Es decir, es algo que está haciendo que el universo se expanda mucho más rápido de lo que tendría que expandirse de acuerdo con las leyes de la física que conocemos. Lo que Euclid va a buscar con este mapa tridimensional es poder entender cómo el universo está y cómo evoluciona, a ver si entendemos cómo funcionan estas dos variables: materia y energía oscura.
–¿Qué hallazgos importantes se han hecho hasta ahora tanto de materia oscura como de corrimiento al rojo, que son los dos elementos clave de esta misión?
–Son dos conceptos relativamente recientes. La materia oscura es algo que se propugnó que existiría en los años 30, luego en los años 70 se mejoró… Y la energía oscura es algo tiene 20 o 25 años de antigüedad en su formulación. Estamos todavía muy nuevos en todo ello. Pero hay misiones como [el observatorio espacial] James Webb, que hace muy poquito ha descubierto la galaxia más lejana y más antigua al mismo tiempo, es decir, con el mayor corrimiento al rojo que existe. Eso nos está diciendo hasta dónde podemos llegar de lejos para ver el universo, para poder mirar atrás. Estamos hablando de algo de aproximadamente en torno a 300 millones de años después del Big Bang. Si lo ponemos desde ahora, unos 13.400 millones de años.
Usamos también misiones como las que tenemos en la ESA de alta energía, como XMM e Integral, porque al final otra forma de inferir la materia oscura es ver cómo interacciona con la materia ordinaria. Estas misiones sirven como laboratorios para entender cómo está funcionando. También necesitamos datos desde tierra para mejorar, y al mismo tiempo hay misiones futuras, no solamente de la ESA: hay, por ejemplo, una misión de la NASA prevista que se llamará Román. Es decir, para mirar todo esto hace falta una pléyade: no vale con una sola misión, hace falta mucho más. Y por cerrar también con experimentos en tierra, estamos hablando de los grandes aceleradores de partículas: nos hacen entender la física detrás de la cual puede estar la materia oscura, y eso ayuda también a ver qué fenómenos astronómicos tenemos que mirar o tenemos que buscar.

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