Mandíbulas del mosasaurio Prognathodon
Ciencia
El descubrimiento de un diente revela que un depredador marino extinto también pudo vivir en agua dulce
El diente no mostraba signos de haber sido transportado, lo que sugiere que vivió y murió en Hell Creek (Estados Unidos), una región donde no se han encontrado dientes de mosasaurio del mismo período
En el año 2022, un equipo científico encontró un diente de 66 millones de años perteneciente a un mosasaurio, un tipo de reptil marino gigante. El diente en cuestión fue descubierto en la formación Hell Creek, en Dakota del Norte (EE.UU.), en una zona fluvial que antiguamente estaba conectada con un mar antiguo conocido como Western Interior Seaway.
El dueño del diente sería un mosasaurio Prognathodontini, un grupo de reptiles extintos similares a lagartos que podían alcanzar 12 metros de longitud, según las similitudes entre los patrones texturizados de su superficie y los dientes de otros miembros de este grupo.
Ahora, tres años después, un estudio que publica BMC Zoology y lidera la Universidad de Uppsala (Suecia) revela que los mosasaurios se adaptaron a los entornos fluviales en el último millón de años antes de su extinción, lo que demostraría que estos animales también podía cazar en los ríos.
El diente fue descubierto en un depósito fluvial, junto con un diente de Tyrannosaurus rex y una mandíbula de cocodrilo, en una zona conocida por los restos del dinosaurio Edmontosaurus, de pico de pato.
Así los investigadores se preguntaron cómo había acabado un diente de mosasaurio en un río, cuando se suponía que este reptil vivía en el mar. El diente no mostraba signos de haber sido transportado, lo que sugiere que vivió y murió en Hell Creek, una región donde no se han encontrado dientes de mosasaurio del mismo período.
Los autores analizaron los isótopos del esmalte dental para deducir las condiciones en las que vivía y encontraron firmas de isótopos de oxígeno y estroncio asociadas a entornos de agua dulce. El equipo considera que podría deberse a que el mosasaurio se alimentaba de animales de agua dulce, lo que indica que era capaz de vivir y cazar lejos del mar.
Análisis adicionales de dientes de mosasaurios más antiguos y otros animales del Western Interior Seaway revelaron una concentración de isótopos más consistente con un hábitat de agua dulce que con uno de agua salada.
Los autores proponen que los miembros de Prognathodontini podrían haber sido depredadores oportunistas y que se adaptaron a un entorno de agua dulce. Ese descubrimiento arroja luz sobre un capítulo de la historia de la Tierra: la afluencia de agua dulce al Western Interior Seaway, un mar interior que dividía América del Norte de norte a sur, aumentó con el tiempo y transformó gradualmente el agua salada en salobre y en dulce.
Los autores creen que esto condujo a la formación de una haloclina, en la que una capa de agua dulce se situaba sobre el agua salada, más pesada, una teoría respaldada por los análisis isotópicos.
El análisis de diferentes fósiles marinos estableció una diferencia: los animales que respiraban por branquias tenían firmas isotópicas que los vinculaban con aguas salobres o saladas y los que respiraban por pulmones carecían de tales firmas.