¿Qué pasaría en la Tierra si el asteroide YR4 impactase contra la Luna?: «Sería genial de ver»

Desde que el observatorio ATLAS de Chile identificó el asteroide 2024 YR4 en diciembre pasado, su trayectoria ha generado un intenso debate científico y mediático. Inicialmente observado alejándose de la Tierra, pronto captó la atención de expertos debido a la posibilidad de un impacto el 22 de diciembre de 2032.

En un primer análisis, la NASA estimó que las probabilidades de colisión eran del 1 %. Sin embargo, con el avance de las observaciones y un refinamiento en los cálculos orbitales, ese porcentaje ha ido en aumento. Actualmente, la NASA sitúa la probabilidad en un 2,3 % (aproximadamente 1 entre 43), mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) la estima en un 2% .

Aunque la atención inicial se centró en una posible colisión con la Tierra, otro escenario ha cobrado relevancia: el asteroide 2024 YR4 también podría impactar contra la Luna. Este nuevo cálculo ha generado un renovado interés en la comunidad científica, ya que un choque lunar podría ofrecer valiosa información sobre la dinámica de impactos en cuerpos celestes cercanos y sus posibles efectos en nuestro planeta.

David Rankin, ingeniero de operaciones del Catalina Sky Survey (CSS), estima que hay un 0.3% de probabilidades de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Luna. «Sería genial de ver», comentó en su cuenta de Bluesky.

Si este evento llegara a ocurrir el 22 de diciembre de 2032, la colisión liberaría una energía equivalente a 8 megatones, generando un impacto lo suficientemente poderoso como para ser visible desde la Tierra. Este fenómeno no solo sería un espectáculo astronómico, sino también una oportunidad única para estudiar en tiempo real las consecuencias de un impacto lunar a gran escala.

El asteroide 2024 YR4, descubierto recientemente, ha encendido las alertas entre científicos y gobiernos debido a su posible impacto contra la Tierra a finales de 2032. Con un tamaño comparable al de un avión comercial, su colisión podría arrasar ciudades enteras, liberando una energía similar a la de una bomba nuclear.

Ante esta amenaza, se están evaluando diversas estrategias de mitigación. Entre las opciones consideradas se encuentran desviar su trayectoria mediante impactos cinéticos, utilizar explosiones controladas para alterar su curso o incluso explorar tecnologías más avanzadas, como el uso de tractores gravitacionales. A medida que se realicen nuevas observaciones y cálculos orbitales, se determinará la necesidad y viabilidad de una intervención.