El cometa 3I/ATLAS captado el pasado 6 de agosto por el telescopio James Webb de la NASA
Ciencia
Los ocho motivos que da el astrofísico Avi Loeb para explicar el posible «origen tecnológico» de 3I/ATLAS
hace aproximadamente tres meses, la atención de la comunidad científica se dirigió hacia el excéntrico astrofísico de Harvard, Avi Loeb. ¿La razón? El cometa 3I/ATLAS.
«En esta etapa temprana de su paso por nuestro Sistema Solar, 3I/ATLAS, el intruso interestelar recientemente descubierto, ha mostrado diversas características anómalas, determinadas mediante observaciones fotométricas y astrométricas. Como ejercicio principalmente pedagógico, en este artículo presentamos un análisis adicional de la astrodinámica de 3I/ATLAS y planteamos la hipótesis de que este objeto podría ser tecnológico y posiblemente hostil», señaló Loeb, uno de los mayores defensores sobre la existencia de civilizaciones extraterrestres.
Ahora, a tan solo unos días de que este objeto celeste alcance el su perihelio –el punto más cercano– con nuestra estrella, el polémico astrofísico ha vuelto a pronunciarse. Como motivo del último aviso de la NASA, que ponía en marcha la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN por sus siglas en inglés) para estudiar y observar el cometa, el astrofísico aprovechaba esta ocasión para dar más detalles sobre este cometa.
Ante esta situación, Loeb detallaba en una publicación que la cercanía de 3I/ATLAS con el Sol –situándose a 210 millones de kilómetros el próximo 29 de octubre–, que este tipo de acontecimiento será un «evento cisne negro», siendo una situación impredecible, rara e impactante que, una vez que ocurre, la gente tiende a racionalizar retrospectivamente como si pudiera haberse anticipado.
De hecho, en este contexto de ligera incertidumbre, el astrofísico ha señalado ocho «cualidades sorprendentes» que habrían concedido al objeto celeste 3I/ATLAS una clasificación de 4 sobre 10 en la «escala de Loeb» sobre un posible origen tecnológico:
1. Su trayectoria está alineada a 5 grados con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol, con una probabilidad del 0,2 %.
2. Durante julio y agosto de 2025, mostró un chorro hacia el Sol (anticola) que no es una ilusión óptica desde una perspectiva geométrica, a diferencia de los cometas familiares.
3. Su núcleo es aproximadamente un millón de veces más masivo que 1Oumuamua y mil veces más masivo que 2I/Borisov , aunque se mueve más rápido que ambos.
4. Su tiempo de llegada fue ajustado para situarlo a decenas de millones de kilómetros de Marte, Venus y Júpiter y ser inobservable desde la Tierra en el perihelio.
5. La columna de gas alrededor de 3I/ATLAS contiene mucho más níquel que hierro.
6. La columna de gas de 3I/ATLAS contiene sólo un 4% de agua en masa, un componente principal de los cometas conocidos.
7. 3I/ATLAS mostró una polarización negativa extrema, sin precedentes para todos los cometas conocidos, incluido 2I/Borisov, con una probabilidad inferior al 1% (ver aquí ).
8. 3I/ATLAS llegó desde una dirección coincidente con la señal de radio «¡Wow!» con una precisión de 9 grados.
A todo se suma la sorprendente velocidad a la que se movía el objeto –a unos 200.000 kilómetros de hora–, captada en las últimas semanas por los rovers marcianos. Todo ello, unido a su peculiar forma alargada –sin la coma típica de los cometas–, ha desatado toda clase de teorías entre los expertos.
Ahora solo queda esperar a que 3I/ATLAS alcance su mayor cercanía con nuestro planeta. En concreto, será el próximo 19 de diciembre cuando el cometa se sitúe a 270 millones de kilómetros, por lo que no representará ninguna amenaza para la Tierra.