Ilustración de la basura que se acumula en órbita
Ciencia
La propuesta que busca transformar nuestra órbita para reducir la presencia de basura espacial
Muchos satélites, una vez fuera de uso, son abandonados en «órbitas cementerio» o quedan como escombros que representan un riesgo creciente
Investigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido), especializados en sostenibilidad y tecnología espacial, han propuesto aplicar los principios de la economía circular (reducir, reutilizar y reciclar) a la industria aeroespacial. La propuesta, recogida en la revista Chem Circularity de Cell Press, aboga por integrar estas prácticas desde el diseño y la fabricación de satélites y naves espaciales hasta su reparación y aprovechamiento tras el final de su vida útil.
El estudio recuerda que cada lanzamiento espacial implica la pérdida de materiales valiosos y la emisión de gases de efecto invernadero y compuestos que dañan la capa de ozono. En este contexto, el ingeniero químico Jin Xuan, autor principal de la investigación, advierte: «A medida que la actividad espacial se acelera, desde las megaconstelaciones de satélites hasta las futuras misiones a la Luna y Marte, debemos asegurarnos de que la exploración no repita los errores cometidos en la Tierra». Para Xuan, un modelo espacial sostenible requiere «tecnologías, materiales y sistemas que trabajen en conjunto».
Además de los impactos de los lanzamientos, los autores alertan sobre la acumulación de basura espacial. Muchos satélites, una vez fuera de uso, son abandonados en «órbitas cementerio» o quedan como escombros que representan un riesgo creciente. Esta situación, según los expertos, resulta insostenible, sobre todo por el auge del sector privado en el espacio.
Frente a este panorama, los investigadores proponen una transición hacia una economía espacial circular, inspirada en modelos ya aplicados en sectores como la automoción y la electrónica de consumo. «Nuestra motivación fue llevar el debate sobre la circularidad al ámbito espacial, donde ya era hora», señala Xuan, quien critica que estas ideas aún no se aplican de forma sistemática en satélites, cohetes o hábitats espaciales.
Para reducir residuos, el estudio recomienda diseñar naves y satélites con mayor durabilidad y capacidad de reparación. También sugieren reconvertir las estaciones espaciales en centros de reparación y reabastecimiento, lo que disminuiría la frecuencia de lanzamientos. Asimismo, proponen desarrollar sistemas que permitan aterrizajes suaves como paracaídas o airbags para facilitar la recuperación y posible reutilización de componentes, siempre que superen rigurosas pruebas de seguridad.
Otro eje de la propuesta es la recuperación activa de desechos espaciales mediante redes o brazos robóticos, con el objetivo de reciclar materiales y evitar colisiones que agraven el problema.
Por último, los autores destacan el papel clave de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial. Estas herramientas pueden mejorar el diseño, anticipar fallos, reducir residuos y evitar colisiones. Además, facilitarían la transición hacia una visión sistémica del espacio.
«Necesitamos innovación en todos los niveles», insiste Xuan, quien concluye: «La siguiente fase consiste en conectar la química, el diseño y la gobernanza para convertir la sostenibilidad en el modelo por defecto para el espacio».