Shia LaBeouf, en un plano del trailer de Padre Pío
Festival de Venecia
La estrella de 'Transformers' que ha abrazado la fe católica al interpretar a un santo
Shia LaBeouf realizó un retiro espiritual para preparar su papel de Padre Pío, lo que le ha «salvado la vida»
El actor Shia LaBeouf, acusado de abuso sexual, confiesa que el catolicismo le ha salvado del suicidio
No puede aspirar a la Copa Volpi, que acredita al mejor actor, porque la película que protagoniza no figura en la sección oficial, pero de haberlo hecho sería un serie candidato a ganarla, seguramente –según las crónicas que llegan del Festival de Venecia– el aspirante máximo junto al renacido Brendan Fraser.
El sacerdote italiano Padre Pío, canonizado en 2002, da título a la nueva película de uno de los considerados apóstoles de la violencia cinematográfica, Abel Ferrara, director de Teniente corrupto y El Rey de Nueva York.
Para el papel protagonista, Ferrara eligió a un actor en horas muy bajas, Shia LaBeouf. Fue una estrella de Transformers –en las tres primeras películas de la saga interpretaba al simpático héroe Sam Witwicky– pero ya desde hace años es un apestado en Hollywood. El motivo de la cancelación fue que su ex, FKA Twigs, lo acusó de abusos y de maltrato.
Shia LaBeouf tocó fondo con aquel episodio. Cayó en una depresión. Pensó en el suicidio («ya no quería estar vivo»)
y llegó a tener una pistola encima de la mesa mientras meditaba su decisión. Pero finalmente decidió vivir. Y retomar su carrera interpretando al franciscano. Su interés era personal, no espiritual: pensó que el papel tenía chicha y le podría servir para relanzar su carrera.
Para prepararse para dar vida al religioso, vivió en un monasterio con frailes capuchinos. Y allí vio la luz este ser que hasta entonces era agnóstico: «Ahora sé que Dios estaba usando mi ego para atraerme hacia Él, alejándome de los deseos mundanos», reflexionó en una entrevista reciente a preguntas del obispo Robert Barron, al que el actor confesó su devoción por la misa en latín.
Fue en aquel convento abrazó la fe católica. Y a partir de ahí ve todo de otro color: «Esta película me salvó la vida», sostiene el famoso actor.
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