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26 de abril de 2024

Tom Hanks, durante la presentación de la película Elvis en el Festival de Cannes

Tom Hanks, durante la presentación de la película Elvis en el Festival de CannesGTRES

El Hormiguero

El motivo de salud por el que Tom Hanks está tan delgado

El actor norteamericano promocionó en el programa de Pablo Motos su nueva película

Pues sí, era verdad: Tom Hanks acudió al plató de El Hormiguero, y no entró por videollamada como otras estrellas de Hollywood. Asistió, y lo hizo acompañado por María Treviño, la actriz mexicana que se ha hecho popular por La casa de las flores.
Lo primero que pudo observar el espectadores del programa es que el intérprete está muy flaco, casi como su personaje en Náufrago. De hecho, así lo recibió Pablo Motos: «Estás muy fit».
«Oh, muchísimas gracias. Lo voy a reconocer: según he ido envejeciendo, toda la comida basura que comí de pequeño, me ha generado una diabetes de tipo dos», confesó el dos veces ganador de un Oscar. «Ahora tengo que tener cuidado con lo que como y mantener un poco el ritmo, la línea y el tránsito dentro del cuerpo, que es como el cuerpo de Dios», añadió entre risas.
Pablo Motos, María Treviño y Tom Hanks, este lunes en 'El Hormiguero'

Pablo Motos, María Treviño y Tom Hanks, este lunes en 'El Hormiguero'Antena 3

Hanks y Treviño acudieron al programa de Antena 3 para promocionar El peor vecino del mundo, película que se estrena el próximo 28 de diciembre.

Un cascarrabias

La película cuenta la historia de Otto Anderson (Tom Hanks), un viudo cascarrabias y muy obstinado. ¿Por qué está enfadado con el mundo?: «Nadie cumple las normas», explicó el actor de Philadelphia.
Cuando una alegre joven familia se muda a la casa de al lado, Otto encuentra la horma de su zapato en la espabilada, y muy embarazada, Marisol, lo que conlleva a una muy improbable amistad que pondrá su mundo patas arriba. Una cómica y conmovedora historia sobre cómo algunas familias surgen de los lugares más inesperados.
La película, basada en una novela que vendió ocho millones de ejemplares, está producida por la mujer de Hanks. Es un filme familiar, pues también aparece su veinteañero hijo Truman, aunque fue por casualidad, por su parecido con su progenitor.
Hubo química entre Tom Hanks y María Treviño, quien destacó lo «bella persona» que es el actor norteamericano. Cuando se vieron en persona, el actor rompió el hielo con un gran abrazo.

Lo que sabe de español

Estuvo simpático Hanks, que recordó lo poco que aprendió del idioma de Cervantes en su etapa escolar: «En Estados Unidos, te dan clase de español, entre comillas, y te enseñan a decir lo siguiente [en español]: ‘¿Dónde está la biblioteca?’ ‘Allí delante’ ‘¿Paso ahora mismo?’ ‘Sí, tengo que leer el periódico’». «También sé decir ‘albóndigas’. No necesito nada más», añadió entre risas.
También criticó la luz del despacho oval. «La iluminación es terrible, una luz blanca terrible. ¿No podía haber una lamparita cálida? No, no. Son unos focos blancos… Y, además, oval».

Anécdota sobre 'Salvar al soldado Ryan'

Se pusieron emotivos cuando Motos les preguntó por las escenas más emotivas que han rodado. Hanks lo tiene claro: «Fui al cementerio, en Normandia, al final de Salvar al soldado Ryan. Yo no salía en esa escena, pero pasé todo el día andado por esa playa, que era la playa real, donde se produjo el desembarco. Durante el rodaje, Steven Spielberg me dijo: ‘Vente, que te voy a enseñar una cosa’. Yo en ese momento estaba interpretando al capitán John H. Miller, en esa película, y él me enseñó que había una lápida, justo al lado de donde estábamos rodando, donde ponía: ‘H. Miller’. Eso fue muy emocionante para todos».
Habló de otro clásico. De una escena de Forrest Gump, la de la carrera casi interminable del protagonista. «El estudio estaba cabreado con nosotros, porque habíamos rodado esa escena en todo el país. Y dijeron: ‘No vamos a pagar si quieres ir a el Valle de los Monumentos. No nos parece que haga falta que salga eso en la película’. Y Bob Zemeckis [el director] dijo: ‘Va a salir en la película’. Y dijeron: ‘Nosotros no lo vamos a pagar. Si pasa algo, el seguro no lo cubrimos’. Y Bob dijo: ‘Pagamos nosotros el seguro’». Y entonces se dirigió al actor y le comunicó: «Vamos a pagar el seguro». Costó dos millones de dólores.
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