Miguel Ríos, durante su entrevista con Risto
Viajando con Chester
Miguel Ríos justifica su uso de la sanidad privada: «Los viejos vamos mucho al médico»
«Realmente ahora el neolibelarismo es el Caín de esta sociedad, el Caín que está matando al hermano débil», sostiene el cantante granadino
Cuando en el año 1961 viajó de Granada a Madrid para grabar para Philips, el director artístico de la compañía le dijo: «Miguelito, pero si el rock ha muerto». Han pasado 62 años y ahí siguen vivos: el rock y Miguel Ríos. El cantante granadino, de 78 años, se sentó en el Chester de Risto para repasar su vida y obra. Este año celebrará en los escenarios los 40 años de una de sus giras emblemáticas, Rock & Ríos.
Antes de esa gira hubo otro momento que catalogó como crucial. La publicación de El himno de la alegría. Tenía 25 años y vendió 7 millones de discos. Confiesa que, desde entonces, no tuvo que preocuparse más por el dinero. Que invirtió lo que ganó, en ese momento y después, en sí mismo y en su banda, en formarse y mejorar, porque ya desde joven tenía claro que no quería ser «el más rico del cementerio».
La conversación tuvo también sus momentos más políticos. «Realmente ahora el neolibelarismo es el Caín de esta sociedad, el Caín que está matando al hermano débil», sentenció el cantante. Risto le recordó que hay quien podría reprocharle que él es parte de ese liberalismo, que forma parte de esa industria.
Risto Mejide: ¿A ti te gusta pagar impuestos?
Miguel Ríos: Sí. Quiero decirte… Pagar impuestos significa que has ganado pasta.
Risto Mejide y Miguel Ríos charlan en la entrevista emitida este martes
Y entonces contó una historia de La bodeguilla de La Moncloa, aquella estancia a la que Felipe González, en sus tiempos presidenciales, invitaba a famosos de todo tipo. «Coño, Felipe, es que de lo que gano se lleva el 50 % Hacienda», se le quejó Ríos en una ocasión. Esto le contestó el presidente del Gobierno: «Pues Miguel, lo que tienes que hacer es pensar que ganas el 50 %». Aceptó la sugerencia de González y aún piensa que lo de pagar impuestos no tiene que dar «dolor», porque así «tú estás contribuyendo para que haya una carretera en León, pongo por caso, por la que no vas a pasar nunca en tu pu… vida, pero sí van a pasar muchos otros seres humanos». «Con la sanidad pública, lo mismo…», apuntilló, si bien añadió inmediatamente que él no la usa.
Miguel Ríos: Yo no voy a la sanidad pública porque tengo un seguro privado.
Risto Mejide: ¿Por qué?
Ríos: Pues mira… Los viejos ya vamos mucho al médico.
Mejide: Y la sanidad pública te podría atender igual…
Ríos: Se debería atender igual, y se debería además de dotar con toda la pasta que supone la concertada y todo eso. Eso no debería existir. Y por supuesto yo iría a la pública encantado, porque me gusta mucho, y además soy un tío muy sociable, pero lo mismo no puedo esperar siete meses para que me vean.
Sus cuatro hermanas y su hermano sí usan la sanidad pública. «Ellos sí están en eso y entonces yo no puedo dejar de ser eso», acabó su justificación.
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