El adiós de Steve Carell a 'The Office' supuso el principio del fin
Cinco series que se hundieron tras el adiós de su protagonista
Los bajones en la calidad y los finales precipitados se suceden cuando las grandes estrellas abandonan el barco de la pequeña pantalla
Aunque las series de televisión tienden a ser trabajos corales, siempre es necesario un personaje que destaque y marque el tempo de la trama. Muchos actores de reconocido prestigio han apostado por la pequeña pantalla y han protagonizado alguna de sus mejores actuaciones lejos del cine. Si esta figura opta por abandonar, guionistas y productores se enfrentan a un gran dilema: ¿seguir o no seguir? En muchos casos, la propia audiencia dicta sentencia.
Son muchas las series que no han sobrevivido al adiós de su protagonista. A pesar de los intentos por reformularse, sin capitán, el barco termina por hundirse. Estos cinco ejemplos pueden ser paradigmáticos.
'The Office'
La adaptación estadounidense de esta comedia británica superó a la original. Una simple oficina de venta de papel como escenario para una serie que se encuentra entre las mejores de todos los tiempos. Sin duda, parte fundamental de ese éxito recae en la figura de Steve Carell en su papel de Michael Scott, el excéntrico director regional de Dunder Mifflin.
Imagen promocional de The Office
La falta de acuerdo entre Carell y los productores precipitó el adiós del personaje al término de la séptima temporada. Hasta entonces, la audiencia correspondía a la calidad de una sitcom que llegó a alcanzar una media de nueve millones de espectadores en Estados Unidos. La NBC intentó seguir adelante apostando por las tramas que protagonizaban actores como John Krasinski y Jenna Fischer (Jim y Pam), Rainn Wilson (Dight) y Ed Helms (Andy), que ganó en popularidad gracias a la saga Resacón en Las Vegas.
La octava temporada de la serie demostró que seguir sin Michael Scott iba a ser muy difícil y la novena se anunció como la última. La caída en audiencia solo se revirtió en los últimos y emotivos capítulos. Pese a todo, The Office sigue estando entre lo más visto en las plataformas de streaming que la ofrecen. En tiempos de reencuentros, como en el caso de Friends, los trabajadores de la ficticia Dunder Mifflin siguen sin dar el paso, para lamento de sus seguidores.
Doctor en Alaska
Una de las series más reconocidas y celebradas de los años 90 es Doctor en Alaska. Rob Morrow se puso la bata para interpretar a Joel Fleischman, un médico neoyorquino que acaba en aquella fría tierra del norte para ejercer su profesión. Todo un choque cultural para un urbanita como él que da pie a historias divertidas, entrañables y algo surrealistas.
Rob Morrow en una imagen promocional de Doctor en Alaska
El creciente éxito de la serie llevó a Rob Morrow a exigir más y más dinero a los productores. Cansados de sus exigencias, optaron por reducir su papel en Doctor en Alaska y apostar por otros artistas como Paul Provenza, que daría vida a otro médico que llega al pueblo de Cicely desde Los Ángeles. La tensión fue en aumento y la cuerda acabó por romperse. A mediados de la sexta temporada, Joel Fleischsman se marchó definitivamente, un adiós al que se sumaron muchos espectadores. La caída de la audiencia provocó que esa fuese la última temporada de Doctor en Alaska.
Reconocida como una comedia de culto, quienes quieran volver al frío de Cicely pueden hacerlo en Enfamilia, el canal temático de AMC Networks International y la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
'Dos hombres y medio'
Esta claro que si a dos le quitas uno, la cosa no es lo mismo. Eso es lo que ocurrió con esta comedia estadounidense protagonizada por el polémico Charlie Sheen. Él es uno de los hombres, un músico rico y mujeriego que recibe en su casa de Malibú a su hermano, recientemente divorciado, y al pequeño hijo de este, interpretados por Jon Cryer y Angus T. Jones. Al más puro estilo La extraña pareja, Dos hombres y medio pronto se ganó un puesto de honor entre las sitcom populares.
Los tres protagonistas de Dos hombres y medio
En este caso, el adiós fue por despido. Los productores se hartaron de las idas y venidas de Sheen y optaron por sustituirlo. Era la novena temporada y el nuevo «hombre» sería Ashton Kutcher. La serie consiguió seguir adelante, pero perdería «al del medio». El joven Angus T. Jones, al que vimos crecer capítulo a capítulo, también lo dejaba. De dos hombres y medio ya solo sobrevivía uno. Fue demasiado y la duodécima temporada fue la última.
'The Walking Dead'
Zombis, zombis y más zombis. Esta adaptación televisiva de los cómic de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard se encuentra entre los mejores títulos relacionados con este tipo de historias. The Walking Dead es una historia de supervivencia, pero también consigue abordar muchos otros asuntos centrados en la propia esencia de la humanidad. El sheriff Rick Grimes, interpretado por Andrew Lincoln, encabezaba a un variopinto grupo que iba perdiendo y sumando unidades a medida que recorrían el país o alguno de sus amigos acaba merendado por los «caminantes».
Andrew Lincoln en su papel de Rick en The Walking Dead
Aunque otros actores como Norman Reedus, Melissa McBride o Jeffrey Dean Morgan también sostenían el peso de la trama, la marcha de Andrew Lincoln marcó el principio del fin de la aventura. La novena temporada sería la última para Rick. AMC renovó The Walking Dead para dos entregas más a pesar de que las audiencias marcaban una tendencia a la baja que se intensificaron tras la desaparición del sheriff. Con la undécima se puso el punto final aunque el universo zombi se sigue expandiendo gracias a varias secuelas.
'House of Cards'
Frank Underwood, despiadado político interpretado por Kevin Spacey, se ha convertido en todo un icono de los tiempos modernos. House of Cards muestra hasta dónde pueden llegar los hombres en su intento por alcanzar la cima. Ese ascenso, que deja muchos muertos por el camino, convirtió a la serie en una de las mejores de los últimos años, saturados de títulos que se estrenan mes a mes en las plataformas.
Kevin Spacey y Robin Wright, protagonistas de House of Cards
La realidad chocó frontalmente con la ficción tras la séptima temporada. Entonces, las acusaciones de abuso sexual contra el actor Kevin Spacey provocaron su despido y llevaron a los productores a poner punto final a House of Cards. Lo hicieron con una última temporada, sin Frank Underwood, en la que los galones los asumió Robin Wright.