La hipocresía de Televisión Española al retirar el último capítulo de ‘MasterChef’
La cadena pública sabía lo que iba a ocurrir entre Tamara y Jordi Cruz. Pero lo emitió porque no es nada que no hubiese pasado antes
Jordi Cruz, señalando la puerta de salida a Tamara en la gala del pasado lunes
Seamos claros: en TVE alguien sabía de antemano lo que ocurrió en el episodio del pasado miércoles de MasterChef. No es una producción propia, pero evidentemente ha de existir una supervisión por parte de la cadena pública. Por muchos años que lleve Shine Iberia haciendo este y otros programas para la televisión que pagamos todos, ésta no puede tener una confianza ciega en la productora. Así que el hecho de que, después de la tormenta mediática, haya retirado el episodio de marras de RTVE Play y toda mención a él en sus redes sociales es pura hipocresía.
Sabía qué iba a pasar y dejó que sucediese. Jordi Cruz estuvo soberbio y nada empático con la rusa, quien, tras contar sus debilidades y anunciar su adiós al concurso, fue expulsada con cajas destempladas por el malhumorado chef catalán. ¿Por qué no actuó antes TVE? Pues porque no vio venir el escándalo, con tuit-protesta de la Ministra de Sanidad incluido. Y no lo vio venir porque la actitud que Jordi Cruz tuvo con Tatiana no fue muy diferente a la que exhibió en otras ocasiones con otros aspirantes.
Sin ir demasiado lejos, Patricia Conde se llevó una arenga cuando compareció «cansada» en busca de una plaza en el duelo final. «En diez años de programa primera vez que vemos a un finalista que no quería luchar por la chaquetilla. Patricia, has sido una absoluta decepción», le dijo. Ella siguió ofreciendo explicaciones, pero el catalán fue un frontón: «No se entiende».
«Ni se te ocurra abrir la boca», le dijo en su día a Saray, aquella concursante que presentó el plato más repugnante y menos trabajado de la historia del programa.
Se puso farruco con el actor Jesús Castro, pero este le replicó y, por una vez, reculó.
Lo curioso del asunto es que esto le haya ocurrido a Jordi Cruz pocas semanas después de quejarse –en una entrevista en la SER— de la falta de empatía del mundo entero porque nadie le preguntó cómo se sentía tras haber perdido una estrella Michelin.
Lo curioso del asunto es que esto le haya ocurrido a Jordi Cruz justamente en una temporada en la que había asumido por momentos el papel de poli bueno. Él mismo atribuyó su blandura al hecho de haber sido padre en tiempos recientes.
Pero ese buen talante lo ha hecho trizas Tamara. Ya en la gala del pasado lunes –esta semana ha habido doble ración de MasterChef–, Jordi asomó la patita. La rusa Tamara mantuvo una actitud pasota, manifestó que «ni loca» se quería dedicar a la cocina y aseguró que le gustaría irse. El chef catalán le replicó así: «En estos doce años que llevamos haciendo MasterChef es la declaración de intenciones más nefasta que he escuchado. Estás hablando con Pepe [Rodríguez], si estuvieses hablando conmigo estarías saliendo por la puerta. Me ofende lo que estás diciendo. Mucha gente lucha por estar aquí. Formamos chefs. La gestión es importante, pero aquí no nos dedicamos a eso».
MasterChef no ha borrado este contenido, así que aquí podemos ver a Jordi Cruz enseñando la puerta de salida a Tamara el pasado lunes.
Esto ocurrió delante de sus compañeros. Detrás de la cámara, sin que ellos lo vieran, Tatiana fue «clara como el agua», como decía aquel personaje de Tarantino: «Estoy mejor fuera que dentro. No me gusta rodearme de cerdos y no sé qué hago aquí aguantando tonterías».
En la gala del miércoles vimos el momento exacto en el que dejó de aguantar tonterías. Y a Jordi Cruz le sentó como una patada en el estómago. Sacó lo peor de él. Espectáculo televisivo a lo Telecinco en la cadena pública. Nada nuevo bajo el sol: que MasterChef es un reality ya lo tenemos asumido todos. Entre ellos, los propios chefs. Como ha declarado el propio Pepe Rodríguez en alguna ocasión, sin la sal y pimienta de los amoríos y los enfrentamientos, MasterChef se emitiría por las mañanas como el programa de Arguiñano.
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