
Marian Rojas Estapé en 'El Hormiguero'
La psiquiatra Marian Rojas Estapé expone en 'El Hormiguero' cómo las redes sociales modifican la personalidad
La autora de Recupera tu mente, reconquista tu vida revelaba que la clave está en la dopamina que se libera en el cerebro
Era la primera vez en 19 años de programa que acudía una psiquiatra a El Hormiguero. Marian Rojas Estapé, autora del libro Recupera tu mente, reconquista tu vida, daba las claves sobre cómo afectan las redes sociales a la personalidad.
La psiquiatra arrancaba exponiendo la «crisis de atención» en la que está sumergida la sociedad actual. «Nos cuesta prestar atención, concentrarnos, empatizar con las personas y tolerar el dolor, el sufrimiento, el malestar, el aburrimiento…», decía. Así, exponía la existencia de una «degradación cognitiva» por el desarrollo de las máquinas y la inteligencia artificial. Y todo ello debido a la dopamina.
«Es una sustancia maravillosa, es la sustancia del placer», comenzaba la psiquiatra. Esta se libera durante «las relaciones sexuales y la comida», y se asocia con la recompensa. En su libro tiene subrayada una frase: «El cerebro recuerda lo que le calma, lo que le excita y lo que le da placer», generando tanto los hábitos como los vicios.
«Llegaron las drogas y hackearon este sistema de recompensa», proseguía, argumentando que las drogas liberan mucha más dopamina en las neuronas. Ante el exceso, el cerebro debe regularlas. Marian Rojas lo representaba como una cadena de estas células, que transmiten un 100 % de dopamina. Para reducirla, retiraba a la mitad de las neuronas para reducirla al 50 %. «Por eso necesito más para sentir lo mismo», añadía respecto a las drogas.
En cuanto al equilibrio ante el exceso, la psiquiatra empleaba otro símil: el de la cuerda. Para contrarrestar el placer, aparece el dolor. «No consumo porque me gusta el alcohol, sino porque no soporto el síndrome de abstinencia. Yo ya no consumo porque me apetece TikTok, sino porque estoy aburrido y no lo soporto», comentaba. Así, como «en el otro lado de la cuerda» no deja de haber cierto dolor, «todo me molesta, todo me irrita, la vida se me hace ardua».
«La soledad mata»
Todo el mundo tiene un «dispensador automático de dopamina en el bolsillo», que es el móvil. El teléfono es una puerta infinita de consumo —ya sea para las redes sociales, los videojuegos, comprar ropa o pedir comida a domicilio— que «anestesia» la corteza prefrontal. Asimismo, ante las distracciones constantes, la persona puede empezar a «autodistraerse». «La consecuencia es que el cerebro se vuelve adicto a lo irrelevante, huye de la profundidad y se polariza», sentenciaba.
«Las dos únicas cosas que llenan el corazón del ser humano tienen que ver con el amor y el trabajo. Si vivo acostumbrado a la gratificación instantánea, cuando llegan estas dos no lo soporto. Entonces las relaciones empiezan con ‘match’ y terminan con ‘ghosting’ y soy absolutamente incapaz de cuidar la relación porque todo me irrita, porque no tengo la capacidad de comunicarme con el de enfrente. Y me insensibilizo a los placeres cotidianos», afirmaba Marian Rojas.
Ante esta situación, cuyos casos en los jóvenes «están disparados», la psiquiatra ofrece unas rutinas vitamínicas para recuperar la felicidad. El deporte, que funciona «mejor que los antidepresivos». También aburrirse, «dejar que la mente divague». Y, por último, las relaciones sanas. «La soledad mata, hay que volver a meter al amor» y a dedicar tiempo a las personas queridas.