El increíble precio de la estatuilla de los Premios Oscar

Este domingo, 2 de marzo, el Dolby Theatre de Los Ángeles acogerá un año más la famosa gala de los Premios Oscar, organizada por la Academia Cinematográfica de Hollywood. Como es habitual, podremos ver desfilar por la alfombra roja a los rostros más conocidos de la industria internacional, entre los que se encuentran los nominados en las distintas categorías, que podrían llevarse la famosa estatuilla a casa.

Sin duda, poseer un Oscar es todo un privilegio. Muy pocos pueden hacer alarde de haber logrado este galardón. No obstante, hay algo que muy pocos saben: una botella de agua, una bolsa de patatas fritas o incluso un paquete de chicles podrían salirte más caros que comprar uno de estos premios. A pesar de ser considerados los más valiosos del séptimo arte, las ansiadas estatuillas, en caso de ponerse a la venta, solo cuestan 1 dólar.

El precio de los Oscar

¿Y por qué las estatuillas solo pueden venderse por 1 dólar? La razón es muy sencilla. Los nominados están obligados a firmar un acuerdo en el que se establece que, en el caso de querer vender el premio, no podrán hacerlo a un precio superior al mencionado. Esto es así desde el año 1951, ya que anteriormente los Oscar eran revendidos por algunos de sus premiados por cifras millonarias o acababan circulando por el mercado negro. Y, pese a esta norma, hay un gran número de Oscar que, a día de hoy, no están en manos de sus legítimos dueños.

Por ejemplo, en 1999 se subastó la estatuilla que recibió Lo que el viento se llevó y fue comprada por Michael Jackson por 1,54 millones de dólares. Otro caso conocido es el del actor Harold Russel, quien recibió en 1946 el Oscar a 'Mejor Actor' por su interpretación en Los mejores años de nuestra vida, vendió su estatuilla por 60.500 dólares para poder pagar los gastos hospitalarios derivados de la enfermedad de su mujer.

A pesar de que el premio en sí no es de gran valor económico, los Oscar siguen siendo de un valor inestimable. La exposición que brindan a las películas ganadoras impulsa su número de espectadores y otorga prestigio a sus actores. Representan una oportunidad invaluable tanto para los nominados como, especialmente, para quienes logran llevarse la estatuilla, ya que este reconocimiento les permite negociar un incremento de hasta un 20 % en sus próximos trabajos.