Darth Vader y Luke Skywalker, en El imperio contraataca
Historias de película
Los tres personajes y el giro de guion que hacen de ‘El imperio contraataca’ la mejor película de Star Wars
La primera película de la saga galáctica realizada en la década de los 80 recaudó 250 millones de dólares antes de su primer año en los cines
El 17 de mayo de 1980, la Fuerza, aquella fuente de energía creada por todos los seres vivos, se hallaba desequilibrada por la violencia y el poder del Imperio Galáctico. Un joven guerrero y piloto llamado Luke Skywalker, proveniente de un planeta pobre que, huérfano y solo, había cambiado la historia del cine para siempre apenas unos años antes.
Niños, adolescentes y jóvenes de todo el mundo acudían al cine en tropel para ver la segunda película de una futura saga que se estaba convirtiendo en un fenómeno de masas. El mundo esperaba con ansia en aquella primavera de hace 45 años el estreno de El imperio contraataca.
Atrás se habían quedado las críticas desfavorables que, en 1977, había recibido Star Wars: Una nueva esperanza a la que tildaron de «fantasía juvenil», «derivativa y trivial», «sin resonancia emocional» y de «actuaciones mediocres». Los niños no atendían a eso, sino más bien al fenómeno del merchandising que durante los últimos tres años había revolucionado la industria del juguete con el lanzamiento de las famosas figuras de 9.5 cm. de los principales personajes del filme como Luke, Leia, Han Solo, Chewbacca, Darth Vader, Obi-Wan Kenobi, R2-D2 o C-3PO, además de los millones de disfraces, máscaras, sables láser, vehículos, libros y cómics que se vendían como churros a lo largo y ancho de todo Estados Unidos, con ecos más que interesantes en Europa.
Así las cosas, en la noche del 16 de mayo de 1980 muchos hicieron cola en los cines de Washington y Londres donde se estrenaba El imperio contraataca para poder hacerse con una entrada. Y muchos, incluso hoy, quedaron absolutamente fascinados por el devenir de una historia «más» sobre el viaje del héroe que en su segunda entrega se torna en más compleja y oscura, menos divertida quizá, pero mucho más inquietante que cuenta, además, como uno de los giros de guion más fascinantes, seguramente, de toda la historia del cine. Y es que ese descubrimiento de Luke Skywalker de que el villano entre los villanos, el pérfido y sanguinario Darth Vader, es su padre sigue haciéndonos temblar y estremecernos hoy en día.
Distribuida por la 20th Century Fox, George Lucas había conseguido autofinanciarse a sí mismo para no tener que depender de los estudios. Sin embargo, agotado como estaba de la primera producción, cedió la dirección de la segunda a su buen amigo y maestro Irvin Kershner, que había dirigido la notable La venganza de un hombre llamado Caballo y que acabaría realizando Nunca digas nunca jamás o RoboCop 2, demostrando ser un director que entendía a las mil maravillas el cine como entretenimiento. La decisión de Lucas fue un éxito sin precedentes pues El imperio contraataca, que había costado 18 millones de dólares, antes de que acabara aquel 1980, había recaudado más de 250. Además, el filme acabaría ganando un Oscar al mejor sonido y otro especial a los mejores efectos visuales.
Irvin Kershner dirigió Star Wars: El imperio contraataca
Pero, con todo, seguramente la magia del filme radica en los nuevos personajes que aparecen en él y que se convirtieron en piezas verdaderamente icónicas de la saga. Primero, el carismático cazarrecompensas Boba Fett, un mandaloriano temido por su eficacia que pasó de ser un mero secundario a uno de los personajes más emblemáticos de toda la saga por derecho propio. Segundo, Lando Calrissian, amigo de Han Solo, excontrabandista, simpático, pragmático y administrador de Ciudad Nube, una estación flotante en el planeta Bespin, que traiciona inicialmente a la Rebelión para más tarde redimirse uniéndose a ella. Y, tercero, el Gran Maestro Jedi, sabio entre los sabios y poderoso entre los poderosos pese a su aspecto y pequeñez: Yoda. Su presencia en el filme es fundamental, pues será él quien continúe el entrenamiento que Luke Skywalker había empezado con Obi-Wan Kenobi en la primera película, aislados y solos en el planeta Dagobah. Con la sabiduría de sus 900 años, sus frases tajantes como «Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes» y su insistencia en hacer entender a Luke que un jedi debe ser pacífico y vivir en armonía, será Yoda el que convierta a su padawan en un gran jedi. Diseñado por Stuart Freeborn, un famoso artista de maquillaje británico que se inspiró en Albert Einstein para crear al personaje, Frank Oz, el creador de los Muppets, fue el encargado de manejar la marioneta y prestarle su voz.
A día de hoy, no hay duda entre el universo de fans de Star Wars, que El imperio contraataca es una de sus mejores producciones. No en vano, cuenta con 8.7 puntos en IMDb, un 8.1 en Filmaffinity y un 93 % de críticas positivas según el Tomatometer de la web Rotten Tomatoes.
Después de ella, en 1983, Lucas concluía esta historia sucedida en una galaxia muy, muy lejana. Pero hasta aquel momento, niños, jóvenes y fanáticos de todo el mundo tuvieron que contemplar cómo Han Solo era capturado por Boba Fett y metido en carbonita y la princesa Leia, movida por un impulso poderoso que no comprendía ni había notado jamás, sentía que Luke Skywalker estaba en peligro… Niños, jóvenes y fanáticos del mundo entero tuvieron que esperar todavía tres años a que la Fuerza volviera a su equilibrio.