Isabel Pantoja y el patrimonio oculto: el programa 'El precio de…' desvela la herencia de Paquirri y los lujos de Encarna Sánchez

El programa El precio de…, emitido por Telecinco el pasado lunes 29 de septiembre de 2025, centró su tercera entrega en desentrañar los aspectos más desconocidos de la fortuna de Isabel Pantoja, desde la herencia de Francisco Rivera «Paquirri» hasta los lujosos obsequios que recibió de su gran amiga Encarna Sánchez. Testimonios de periodistas y personas cercanas a la cantante aportaron una visión inédita de la vida económica de la tonadillera, marcada por litigios familiares, dinero en efectivo y vínculos con figuras clave de la crónica social española.

La emisión arrancó recordando la trágica muerte de Paquirri el 26 de septiembre de 1984 en Pozoblanco. En aquel momento, el torero era dueño de una de las fortunas más importantes del país, valorada por El País en más de 1.000 millones de pesetas, que debían repartirse entre su viuda Isabel Pantoja, su exesposa Carmina Ordóñez y la familia Rivera.

Según explicó el periodista Antonio Rossi, la cantante se mostró reacia a aceptar el testamento y planteó un pulso con el objetivo de quedarse con Cantora, la finca que simbolizaba su breve matrimonio con Paquirri. La tensión fue tal que el reparto de bienes se firmó con las partes en salas separadas, sin llegar nunca a un consenso pleno.

Finalmente, Pantoja logró hacerse con Cantora, aunque —como recordó la directora de Gtres, Sandra Aladro— no se cumplió la voluntad del torero de que sus hijos recibieran a los 23 años los bienes que poseía en América. Además, varios testimonios apuntaron que la artista se quedó con una parte de la masa hereditaria superior a la de los propios descendientes del diestro. De hecho, los cálculos actuales sitúan en torno a 40 millones de euros el valor que habría alcanzado esa fortuna en la actualidad.

Apropiación de un reloj de Paquirri

El programa también reveló episodios controvertidos, como la apropiación de un reloj de Paquirri por parte de la tonadillera en el mismo tanatorio, hecho que no pasó desapercibido para la familia Rivera. Asimismo, Pepi Valladares, exasistente de la artista, aseguró que Pantoja acostumbraba a manejar grandes cantidades en efectivo y que nunca utilizaba tarjetas de crédito. Su tren de vida se disparó tras iniciar su relación con Julián Muñoz, en pleno auge de la ‘Operación Malaya’, con reformas en sus propiedades y la adquisición de nuevos vehículos.

Los regalos de Encarna Sánchez

Otro de los ejes del documental fue la estrecha relación entre Isabel Pantoja y la locutora Encarna Sánchez, quien no dudó en socorrer económicamente a la cantante con cuantiosas sumas de dinero y propiedades. La periodista llegó a comprarle la finca de La Garza por 70 millones de pesetas y un piso en la calle O’Donnell de Madrid, además de sufragarle joyas y complementos de lujo. Según relató Pedro Pérez, exproductor de Sánchez, ambas viajaron juntas a París, donde la locutora llegó a cerrar una boutique de Chanel para hacer compras privadas que alcanzaron cifras tan elevadas que requirieron autorización desde España.

Entre los regalos más llamativos también se mencionó la casa de La Gaviota, posteriormente adquirida por Antonio Banderas, y numerosos objetos de alta costura que Encarna obsequiaba a su amiga. Como subrayó la colaboradora Charo, algunos de esos presentes eran auténticas piezas únicas: «El chaquetón más bonito que he visto en mi vida era de Chanel, y se lo había regalado Encarna».

El retrato final que dejó la entrega de El precio de… fue el de una Isabel Pantoja envuelta en un entramado de herencias disputadas, dinero en metálico y favores millonarios, cuya gestión de la fortuna y los regalos recibidos sigue despertando, cuatro décadas después, un gran interés mediático.