Quentin Tarantino, en una foto de archivo
Cine
Quentin Tarantino elige su película favorita de la historia del cine español
Su trabajo como empleado de un videoclub le permitió conocer de primera mano la filmografía de muchos países
Que Quentin Tarantino ha revolucionado el cine con esa mezcla de violencia, humor negro y cultura pop no es ninguna novedad. Su trabajo como empleado de un videoclub antes de convertirse en cineasta le permitió ver una cantidad ingente de películas que han ido influyendo en su obra posterior. Debutó con Reservoir dogs como carta de presentación y luego triunfó con Pulp Fiction, Malditos bastardos y Django Desencadenado.
Ha abrazado la acción, el crimen, la comedia negra o el wéstern. Precisamente su incursión en este último género, Érase una vez en Hollywood le llevó a presentarla en España, uno de los grandes platós natural del spaguetti western en el siglo pasado. En una entrevista con La Voz de Almería reconoció su pasión por esta provincia por su vinculación a los rodajes cinematográficos. «Quiero visitarla sea como sea, para ver cómo es», aseguró, antes de atreverse a revelar cuáles son sus tres películas favoritas de la historia del cine español.
En primer lugar, destacó la carrera de Chicho Ibáñez Serrador, uno de los responsables de la existencia de un cine de terror español de calidad y reconocido prestigio fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, no elogió ¿Quién puede matar a un niño?, quizás la más reconocida de su carrera, sino La residencia, un thriller gótico de terror ambientado en un estricto internado para señoritas en la Francia del siglo XIX en el que mientras la directora, Madame Fourneau, controla a las alumnas con ayuda de su hijo, estas sufren alucinaciones y extrañas desapariciones.
A continuación, Tarantino hace especial mención a Él, de Luis Buñuel, una película repetidamente analizada y comentada desde su estreno en 1953. El propio director la tenía entre sus favoritas de su filmografía y la definió como «la historia desgraciada de un paranoico y su víctima». «Los paranoicos son como los poetas. Nacen así. Además, interpretan siempre la realidad en el sentido de su obsesión, a la cual se adapta todo», reconocía. «Supongamos, por ejemplo, que la mujer de un paranoico toca una melodía al piano. Su marido se persuade al instante de que se trata de una señal intercambiada con su amante, escondido en la calle. Y todo así».
Arturo de Córdova da vida a ese paranoico llamado Francisco Galván Montemayor, un hombre de apariencia tranquila que se enamora de la futura mejor de su mejor amigo y, tras conquistarla y casarse con ella, se transforma en un ser obsesivo dominado por los celos.
Fotograma de El espíritu de la colmena
Por último, destacó el papel crucial que tuvo El espíritu de la colmena para el cine español. Víctor Erice ha dirigido apenas cuatro películas a lo largo de su carrera, pero han sido suficientes para consagrarle como uno de los más interesantes de nuestro país. El cineasta se metió de lleno en un pueblo de interior en plena posguerra española para narrar la historia de Isabel y Ana, dos hermanas cuyas vidas se revolucionan tras el visionado de El doctor Frankenstein (1931). La película, que ganó la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, supuso un antes y un después para la carrera de Ana Torrent y Fernando Fernán Gómez.