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08 de mayo de 2024

La exposición 'Próximo destino: Carmen Laforet' celebra el centenario de la autora de 'Nada'

La exposición Próximo destino: Carmen Laforet celebra el centenario de la autora de NadaDesconocido

¿Es 'Nada', de Carmen Laforet, la mejor novela española del siglo XX?

77 años después de su publicación, se alza como la ganadora de una encuesta de la Escuela de Escritores

la joven Andrea se traslada a casa de su familia en Barcelona para estudiar letras en la universidad. Sus ganas de vivir y experimentar chocan frontalmente con el ambiente de posguerra, el hambre y la tensión que se vive en casa de su abuela.
El país continúa dividido por el odio y la violencia tras la Guerra Civil: ese es el contexto de Nada, la novela en la que Carmen Laforet esboza magistralmente la dicotomía entre los sueños, amistades y anhelos de libertad de la joven y la sórdida y opresiva atmósfera que reina. Todo, desde la mirada casi autobiográfica de una joven que nos cuenta esa realidad de la España de los 40 a través de los ojos y las vivencias de una mujer.
Nada fue la primera obra de una autora que la escribió con tan sólo 23 años. Cuentan quienes compartieron facultad con ella (estudió Filosofía en Barcelona y después Derecho en la Universidad Central de Madrid, aunque no acabó ninguna de las dos) que la veían escribiendo con su cuaderno en las esquinas, y cuando le preguntaban qué escribía, ella respondía restándole importancia: «Nada...». Con solo 24 años, en 1945, se alzó con el primer Premio Nadal de la historia, desbancando a afamados escritores contemporáneos.
Ahora, esta pequeña gran obra ha sido seleccionada como la mejor novela española del siglo XX por una encuesta de la Escuela de Escritores. Esta escuela, una de las mayores de escritura creativa en español, organizó una encuesta online para conocer qué pensaba el público sobre la literatura española del último siglo, y la ganadora fue la de la catalana.

Los mejores escritores según los propios escritores

Cuando a un escritor se le pregunta qué escritor le gusta, puede contestar con honradez, puede hacerlo por amiguismo o por contrato o puede contestar a la defensiva, tratando de escudarse tras una lista de clásicos o de lecturas que denotan cierto nivel intelectual, moral o incluso de clase.
Por ello la mayoría contesta siempre, sin lugar a dudas, que Miguel de Cervantes. Así lo hace Santiago Muñoz Machado, director de la RAE. Lo suelen acompañar Homero, Shakespeare y Scott Fitzgerald, pero si hablamos de autores en español, suben al podio Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Leopoldo Alas Clarín y de nuevo, otros iberoamericanos, como Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Juan Rulfo o Juan Carlos Onetti.
En la lista de los cien escritores que eligen los cien mejores libros, los primeros puestos los ocupan efectivamente Don Quijote de la Mancha; En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust; la Odisea, de Homero; La metamorfosis, de Franz Kafka; Ana Karenina, de León Tolstói; Moby Dick, de Herman Melville; Cuentos, de Antón Chéjov; Guerra y paz, de Tolstói de nuevo, y Ficciones, de Borges.
Si de esta lista eliminamos los que no son en español, entrarían Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; El Alpeh, de Borges de nuevo; Rimas y leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer; Rayuela, de Julio Cortázar; Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós; La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, y Trilce, de César Vallejo.

Un modelo para otras escritoras

Sin embargo, en la encuesta de la Escuela de Escritores la final estuvo disputada entre Laforet y El árbol de la ciencia, de Pío Baroja. Pero finalmente fue ella la ganadora. Según explica Abraham Rivera en Un viaje de ida y vuelta con Carmen Laforet, «ella brindó un modelo, que era la antítesis de lo rosa y de los estereotipos heroicos, a otras jóvenes escritoras en la inmediata posguerra: Ana María Matute, Dolores Medio, Carmen Martín Gaite. Todas 'chicas raras' –por infrecuentes en su época–, que romperán con los patrones de la novela rosa y con los modelos de comportamiento que la Sección Femenina mandaba acatar».
De hecho, en las obras anteriormente mencionadas cabe destacar que no hay ni un solo título que haya sido escrito por una mujer. Pero Carmen Laforet, como recordaba su hijo en una entrevista con El Debate, era una mujer diferente. «Su presencia en los círculos culturales suponía un contraste enorme. ¡Mi padre había oído hablar de ella como 'la chica canaria del Ateneo'! Los amigos lo comentaban, era una comidilla en el mundo de la cultura, incluso alguno estaba algo enamorado de ella», dice Agustín Cerezales.
Y concluye: «Creo que su gran aportación es que su obra es perenne, no se mustia, no desfallece; siempre ofrece la posibilidad de ser leída de una manera nueva. Yo creo, y lo digo humildemente, que Carmen Laforet es un clásico de nuestra literatura, que nos acompaña y seguirá haciéndolo mucho tiempo». Y ahora lo hará desde la consideración de haber escrito la mejor novela en español del siglo XX.
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