Ralph Waldo Emerson en 1856
Diez frases de Ralph Waldo Emerson para la vida actual
El escritor, filósofo y poeta, fallecido el 27 de abril de 1882, fue el líder del trascendentalismo estadounidense y el joven autor de Naturaleza
Naturaleza (1936) significó el inicio real del trascendentalismo que antes de la publicación de su manifiesto no era mucho más que un club. Los trascendentalistas de Concord, Massachussetts, con miembros tan notables como Thoreau, Bronson Alcott (el padre de Louisa May, la autora de Mujercitas), Hawthorne, Margaret Fuller, Ellery Channing y su líder, Ralph Waldo Emerson, autor de Naturaleza («Dadme buena salud y un solo día, y dejaré en ridículo toda la pompa de los emperadores»), fue una interrupción poco numerosa, pero profunda, de los derroteros morales y espirituales de la sociedad estadounidense de mediados del XIX. Contrarios al materialismo imperante y a la imposición de las creencias religiosas, buscaban la conexión con lo divino a través de la naturaleza como fuente de todas las cosas.
La intuición y las leyes naturales como código universal y el hallazgo poético y espiritual de los bosques o los ríos. Figura central de la literatura de su tiempo, el poeta Thomas Carlyle fue su agente. Amigo de Wordsworth o de Coleridge, fue admirado por los suyos y más allá y vetado en Harvard, su alma máter, por la herejía de decir que Jesús fue un gran hombre, pero no fue Dios. The Dial fue la revista que publicó todo el grupo para difundir sus ideas. Fue de joven predicador de la Iglesia y tuvo una gran carrera posterior como conferenciante que le hizo rico, aunque ya lo fue gracias a la herencia tras la muerte de su primera esposa. Antiesclavista y crítico con el presidente Lincoln, cambió su idea personal tras conocerle.
La muerte de su esposa
«El sabio de la concordia», como se le conoció, se apoyó siempre en el individualismo para convertirse en una de las voces más importantes de la historia de su país. El fallecimiento de su mujer, cuando Emerson tenía 26 años y después de solo dos de su boda, significó un viraje crucial en la carrera y en la vida del ministro religioso que dejó de serlo para convertirse en el pensador laico que originó su prominencia. En sus famosos diarios, que muchos consideran su obra cumbre, escribió: «¿El ojo que se cerró el martes volverá a brillar en mí con la plenitud del amor? ¿Podré alguna vez conectar el rostro de la naturaleza exterior, las brumas de la mañana, ¿la estrella de la víspera, las flores y toda la poesía con el corazón y la vida de un amigo encantador? No. Hay un nacimiento y un bautismo y un primer amor y los afectos no pueden conservar su juventud más que los hombres».
Henry David Thoreau fue su discípulo, amigo y jardinero empleado por expreso deseo de este. Emerson fue el hombre clave en la vida y obra de Thoreau, incluso cediéndole los terrenos en la laguna de Walden donde vivió durante dos años y escribió su gran obra trascendentalista, Walden. Cuando Thoreau murió a los 44 años de neumonía, la misma enfermedad por la que murió, a los 79, Emerson, este habló en su funeral con extraordinarias palabras elogiosas que también dedicó en otra fecha a Hojas de Hierba de Walt Whitman: «No soy ciego ante el valor del maravilloso regalo de Hojas de hierba. Me parece la pieza de ingenio y sabiduría más extraordinaria que Estados Unidos ha aportado hasta ahora», dijo. Nietzsche dijo de sus Ensayos que nunca se había «sentido tan a gusto en un libro». Está enterrado en el cementerio de Sleepy Hollow en Concord que el mismo ayudó a diseñar y llamó el «jardín de los vivos», donde reposa junto a la mayoría de sus amigos y compañeros.