Fundado en 1910

29 de abril de 2024

Louisa May Alcott en 1865

Louisa May Alcott en 1865

Louisa May Alcott, la escritora de la novela inmortal 'Mujercitas' que nunca quiso escribir

El carácter y los ideales sociales de la escritora de Concord, que murió el 6 de marzo de 1888, nada tenían que ver con la temática de su obra más conocida, de cuya primera versión se suprimieron capítulos enteros

Louisa May Alcott es una hija de Concord, Massachussets, el pueblo bostoniano hogar de Emerson, Thoreau, Hawthorne y el movimiento trascendentalista. Concord es un lugar recoleto al detalle donde conservan con cuidado los lugares y los hogares donde vivieron y pasaron su vida sus ilustres escritores coincidentes en el tiempo, casi en el colmo de la contemporaneidad.
La casa de Ralph Waldo Emerson, filósofo y poeta, autor de Nature y líder del trascendentalismo concordiano, aparece al llegar al lado izquierdo de la carretera casi recién construida, blanca, impoluta y enorme, con sus barandillas y su jardín abierto, el mismo en el que trabajaba Thoreau, por deseo propio, como empleado y amigo. El padre de Louisa, Amos Bronson Alcott, desarrolló un sistema de enseñanza distinto, basado en la conversación, por lo que siempre fue tachado de extravagante.
Casa de Ralph Waldo Emerson en Concord

Casa de Ralph Waldo Emerson en Concord

La extravagancia en todo su amplio significado compuesto siempre fue una característica del grupo de los trascendentalistas, que creían en la intuición y en la naturaleza como leyes universales. Críticos de su sociedad, eran raros para la masa (unos más que otros, sobre todo Thoreau), pero figuras respetadas y admiradas por ella misma.
Louisa May Alcott nunca fue masa. Sufragista, abolicionista, escritora desde la infancia (durante años bajo el pseudónimo masculino A.M. Barnard), luchadora original por la igualdad de hombres y mujeres, se dedicó a escribir en la edad adulta para sacar de la pobreza a su familia tras el fracaso de la utopía que pretendía sacar adelante su padre. Demasiado para una familia en el ideal que llevó hasta sus últimas consecuencias el soltero y solitario Thoreau, poeta, narrador, pensador, activista de los bosques y de la libertad del individuo.
Louisa jugaba de pequeña con la hija de Emerson, Ellen, mientras veía como se llevaban a un tranquilo Thoreau a la cárcel por no pagar impuestos. Era la resistencia pacífica que tanto inspiró a Gandhi. Principios familiares basados en la libertad y en la intelectualidad. La casa de Hawthorne sigue en Concord como la dejó el autor de La Letra Escarlata dos siglos después, el vidrio borroso de sus ventanas a través de las cuales se aprecian mecedoras y suelos de madera crujientes.
The Old Manse, casa de Emerson que alquiló Hawthorne en Concord

The Old Manse, casa de Emerson que alquiló Hawthorne en Concord

Si Thoreau construyó con sus propias manos una cabaña en medio del bosque para demostrarse a sí mismo que podía ser autosuficiente en mitad de la naturaleza a orillas de la laguna de Walden (Walden fue el título de su gran obra), Louisa fue capaz de todo para sobrevivir más allá de los propios ideales atávicos. Louisa fue la Jo de su novela inmortal, solo que Jo estaba matizada. Los editores la obligaron a casarla, algo a lo que siempre se negó la autora, fiel a sus principios, para no depender de ningún hombre.
No porque los aborreciera, ni mucho menos, sino por su compromiso radical con la libertad. Cuando le ofrecieron escribir un libro sobre «chicas jóvenes», dijo que no le interesaba, hasta que le dijeron la cantidad del anticipo. Palabras mayores en la pobreza del trascendentalismo que se convirtió en un éxito de ventas después de los recortes enteros de capítulos inapropiados para el carácter que pretendían darle los editores a la obra.
Casa de Louis May Alcott en Concord, donde escribió 'Mujercitas'

Casa de Louis May Alcott, Orchard House, en Concord, donde escribió 'Mujercitas'

Dicen que escribió Mujercitas en dos meses a razón de diez horas diarias de trabajo. La historia de su propia familia que se convirtió en el clásico universal que nunca quiso escribir y que quedó perfectamente podada para la posteridad, reluciente y presentable como la casa de Emerson y la de Hawthorne y su propia casa, Orchard House, incólumes como las lápidas timburtonianas del cementerio de Sleepy Hollow donde reposan todos juntos.
Comentarios
tracking